001. El niño que vivió y la piedra en su zapato.

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Valle de Godric, noche del 31 de octubre de 1981:

El hombre de lentes veía con demasiada atención como su hermana cuidaba de su pequeña hija. Se sintió un poco triste ante la idea de que cuando todo pasara, su hermana debería cuidar a su hija sola. Se acomodó un poco, soltando un pequeño suspiro. La menor lo miro con atención.

-¿Pasa algo? -preguntó ella con suavidad. La noche estaba silenciosa, incluso había un poco de niebla para acompañar la noche de Halloween.

-Recordaba que estas fechas eran nuestras favoritas, en Hogwarts. Solo eso. -el pelinegro de encogió de hombros. Su hermana soltó un suspiro.

-¿Los extrañas? -preguntó aunque la respuesta a aquella pregunta era demasiado obvia. Si, James extrañaba a sus mejores amigos.

James se levantó mientras caminaba hacia uno de los muebles, agachándose mientras abría un cajón. Su hermana frunció el ceño levemente, solo se dedicó a seguir acariciando el cabello de su pequeña hija para que no despertara.

-Por supuesto que lo hago. -respondió James, sacando de ese cajón un álbum de fotos. En la portada de aquel album estaba escrito en letras doradas "Los merodeadores"-. Son más que mis amigos, Sirius, Remus y Peter son mis hermanos.

La mujer trató de simplemente ignorar el nudo en su garganta y la rara sensación en su estómago. La última carta que su amigo le había enviado no la dejo para nada tranquila.

Querida Anne:

¿Cómo estás? Lamento escribir y enviar esto tan de repente pero el motivo por el cual envío esta carta es urgente, Anne. Tengo la gran sospecha de que Lunático está del otro lado de la línea. Escribir esto me duele más a mi que a tí, en serio. Se que Remus ha sido tu mejor amigo desde que llegaste de Beauxbatons, pero es la verdad. Lupin le está dando información al otro bando sobre nosotros, estoy seguro. Ha llegado el momento de contártelo después de todo, Anne. Tú misma lo sabías, es un licántropo y desconfío de él, es por eso que hemos puesto de guardián a Peter. Espero que no te enojes con nosotros, en el fondo sabes que tenemos razón. No quiero que esto sea más triste así que pasaré a preguntarte lo siguiente, ¿Cómo está la cachorra? Quiero verla definitivamente. No te preocupes, esta carta no puede ser interceptada. James me ha avisado que Dumbledore tiene la capa, si me preguntas a mi, yo no sé la hubiera dado. En fin, linda. No tengo nada más que decir, espero que te encuentres bien y que James esté haciendo bien su papel de hermano mayor, de lo contrario repartiré puñetazos en cuanto lo vea. Cuídate mucho, Anne

Te ama:

Canuto.

James soltó un suspiro sacándola de sus recuerdos. Aclaró su garganta señalando una foto mientras la miraba con nostalgia.

-Fue la primer broma que hicimos, cuando te volviste parte de nosotros, ¿lo recuerdas, Anne? -pero su hermana estaba ajena a lo que él hacía o decía. James soltó un gran suspiro-. También estoy asustado.

-Tengo miedo de no verla crecer -admitió con tristeza mientras James la miraba sin saber qué decir o que hacer-. Yo no quiero que todo esto nos afecte, James, pero supongo que es inevitable. Solo quiero que, si algo me sucede, me prometas que te harás cargo de mi hija. Yo no quiero que crezca en un lugar sin amor y que no recuerde a su madre o a... Reggie -la voz de la mujer se cortó. Su hija en brazos dormía placenteramente.

La piel de la niña era hermosa, sus pequeños rulitos sobresalían por su abrigo de lana con capucha. Anne sonrió ligeramente, acariciando con amor el rostro de su hija.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora