Los siguientes días, Harry se la pasó interrogando a Lupin acerca del príncipe mestizo, sin embargo ella no podia mirar a Lupin sin detenerse a pensar en lo que había dicho respecto a Sirius.
Ginny intentaba saber como se encontraba, y muy seguido le preguntaba sobre su estado, pero Charlie pasaba horas en silencio pensando en cuanto le afectaba todo lo que estaba pasando. Sentía que le estaban restando demasiada importancia a asunto. Estaba perdiendo todo, y creía que si volvía a perder algo, aunque sea una cosa minima, terminaría por volverse loca.
Extrañaba a Sirius, con él jamás se ponía a pensar en si sus acciones eran o no eran buenas. Llevaba días soñando con él y con su muerte que había sido absurdamente evitable. Noche tras noche veía a Sirius morir en sus sueños. Noche tras noche se culpaba por no haberlo salvado.
--No dormiste --la voz de Harry hizo eco en la habitación. Era de madrugada, Charlie lo miró con los ojos brillando casi en locura--. ¿Te encuentras bien?
--Feliz navidad, Harry --dijo, sacando de su tunica su varita, llevando la punta a su cuello--. Moriré de todas formas, entonces, ¿que sentido tiene?
--No te atrevas --dijo Harry alarmado, tratando de acercarse lentamente hacia Black.
--Lo siento --una ráfaga verde salió se la punta de su varita. Harry gritó,. sin embargo sus gritos fueron silenciados. Quiso acercarse, pero le habían ganado. Un hombre pelinegro, de cabello ondulado estaba arrodillado frente a su hija, sosteniendo su cuerpo en brazos. La varita de Charlie rodó por el piso hasta los pies de Harry, quien apuntó al desconocido hombre.
--La próxima vez, tienes que salvarla. Tienes que ayudarla.
Harry se giró, escuchando la voz de alguien gritar su nombre. Era Charlie, quien se estaba ahogando en el lago negro, hundiéndose y pidiendo ayuda, pero sus gritos fueron silenciados cuando su rostro se hundió bajo el agua.
Y Harry despertó lleno de sudor, buscando a cualquier persona dentro de la habitación.
Bajó las escaleras con desesperación, con tanta que terminó resbalando.
--Cuidado --dijo Charlie, sosteniéndolo para que no se estrellara contra el piso--. Hola, Harry. Feliz navidad.
Harry la miró, con una expresión preocupada, pero la Charlie que tenia al frente se veía demasiado diferente a la Charlie que había visto en sus sueños. Tenia ojeras, sin embargo lucia magnifica con ellas. La notaba un poco mas pálida de lo que Charlie era, aun así tenia un balance perfecto, luciendo hermosa.
--Feliz navidad --dijo Harry, con falsa seguridad, lo que acababa de soñar todavía le hacia tener los pelos de punta.
--Oye Charlie, ven, hay que abrir los regalos --dijo Theo. Ginny y Pansy estaban acostadas en el sofá frente a la chimenea, mientras que la señora Weasley repartía chocolate caliente para todos en la sala.
--Este es de Kreacher -rió Ron, entregándole a Charlie un pequeño paquete. Estaba completamente envuelto en papel de regalo, pero con un pequeño detalle, Kreacher no sabia envolver.
'Para la ama Charlotte, de Kreacher'
--¿Kreacher te dio um regalo? --preguntó Pansy, alzando una ceja.
--Yo también le mandé uno --aseguró Charlie, con una media sonrisa--. ¿Creen que debería abrirlo? Tal vez es algo que podría matarme.
--Kreacher es un tonto, pero ten por seguro que adoraba a Regulus Black, no te mataría siendo que eres la viva imagen de él --dijo Ginny, muy segura de lo que decía.
--Bien, pues vamos a comprobarlo --dijo Black, sentándose en la alfombra frente a la chimenea y abriendo el regalo, era una pequeña caja donde dentro de ella habían guantes para el quidditch, Charlie sonrió por el detalle--. Yo le regalé una cama nueva para que esté comodo en Hogwarts.
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La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)
Фанфик«Yo pondría al mundo entero de rodillas por Hermione Granger» Donde el doloroso camino de Charlie estaba a punto de ser interrumpido por una inmensa lluvia de colores y sentimientos la cual era Hermione Granger. Eran diferentes, la odiaba. Eran opue...