La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)

052. Pansy cupido Parkinson

No tenía ni la menor idea de cómo se había enterado Remus de lo sucedido, lo único que supo fue que cuando despertó, tenía muchas tabletas de chocolate sobre su escritorio y una carta del mismo que decía: leer urgentemente.

Hija:

Lo siento tanto. Voy a suponer que no te sientes en las mejores condiciones, me gustaría estar contigo para poder darte un abrazo. Ten en mente que aveces las cosas no suceden simplemente porque no debían suceder. Al menos tienes a tus amigos contigo, pasa tiempo con Harry, hagan algo, hablen, diviertanse.

Espero que el chocolate pueda aunque sea subirte un poco el ánimo. Cuidate.

Te quiere:

Remus Lupin.

Charlie suspiró y dejó la carta sobre su escritorio de nuevo. La puerta se abrió, Pansy entró a la habitación.

-Les avisé, siento si te incomoda. Realmente no lo siento, ellos tenían que saberlo -la joven siguió mirándola-. ¿Que vamos a hacer? No piensas quedarte toda la mañana deprimida aquí, ¿cierto?

-En realidad eso era exactamente lo que pensaba hacer -Charlie sonrió ante la mueca de disgusto de Pansy-. Pero tú puedes salir con Ginny y hacer lo que quieras, no te preocupes por mí. El que se preocupa...

-Sufre el doble, bla, bla, bla, ya lo sé. Pero eres mi mejor amiga y si quieres pasar todo el día aquí, como una adolescente deprimida, sobreviviendo a base de dulces, entonces voy a acompañarte.

-¿Si no salgo no saldrás? -Pansy negó-. Bien, mueve tu enorme trasero, vamos con Theo y Draco.

Pansy sonrió victoriosa cuando bajaron por las escaleras y subieron a la habitación de los chicos. Tocaron la puerta.

-¡Si eres Pansy o Char entonces pasa, si son las dos, pasen, si es alguien que no sea ellas, váyase, no estamos interesados en comprar crema guacala!

-Somos nosotras, Theodore -dijo Pansy, abriendo la puerta. Ambas entraron, Theo y Draco estaban en pijama. Draco leyendo y Theo pintándose las uñas.

-¡Ah, estás con vida! -dijo Theo alegremente al ver a su mejor amiga-. ¿Como te sientes hoy?

-No lloré en toda la noche -le comentó, orgullosa.

-Me alegro, me alegro.

-Porque me detuve cuando me desmaye por llorar.

-Ya te ves mejor.

-Te equivocas.

-Está bien.

Theo le hizo espacio a Pansy en la cama mientras Charlie se iba a sentar en el sillón de la habitación.

-¿Deberíamos hacer deberes? -preguntó Draco.

-De hecho yo ya los hice -se adelantó a decir-. Los tengo en mi habitación, Pansy irá por ellos, ¿cierto?

-¿Te estás aprovechando de mi solo porque estás deprimida y yo quiero ayudar a levantarte el ánimo? -Charlie asintió-. Te odio.

-Yo te amo -le sonrió inocentemente mientras ella negaba.

-Te dejaré con estos dos imbéciles, tengo algo que hacer con Ginny.