La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)

106. Who the fuck is lord Voldemort?

Las luces de la enfermería eran horribles, le daba un sentimiento que detestaba. Miraba con remordimiento a Katie en la camilla dormida. Sentía que ne parte era su culpa, pudo haber evitado todo eso si tan solo se hubiera hecho cargo y hubiera hablado con Draco, quien había estado cargando con mucha responsabilidad absolutamente solo.

El día estaba horrible. Una tormenta estaba desatándose afuera y dudaba que de esa forma tuvieran entrenamiento ese día. Los truenos hacían que el castillo se sintiera absurdamente pequeño y Charlie se sentía muy desprotegida. Cada uno de sus amigos tenía algo que hacer. Tenia entendido que Remus se había contactado con Pansy para informarse acerca de lo que Charlie últimamente había estado haciendo, y eso solo significaba una cosa: la orden del fénix no confiaba del todo en ella. Tal vez temían que ella realmente fuera a enloquecer y comenzara a pensar que el lado oscuro no era tan malo.

Tal vez no era tan malo. Tal vez en el lado de Voldemort ella tuviera un poco mas de relevancia que en la orden, pero jamás estaría del lado de Voldemort. Él había asesinado a su madre, la que vendría siendo su propia hija. Charlie jamás estaría de acuerdo con una persona así. Tal vez la consideraban cruel, pero Black tenía el corazón más puro.

-Siento mucho lo que pasó, Katie -dijo con la esperanza de que la chica pudiera escucharla. Escuchó la puerta abrirse y se incorporó de inmediato.

-Tal vez puedas engañar a muchos aquí, pero no a mí -Hermione la señaló con el dedo. Black ladeó la cabeza.

-¿Sabes? lo último que quiero es pelear contigo ahora.

-Creo que te conozco mejor de lo que crees y sé que el remordimiento te está carcomiendo por dentro.

-¿Nunca te cansas de querer jugar a Sherlock Holmes conmigo? -preguntó con cansancio y a la vez molestia.

-Te conozco, Charlotte, y lo mejor será que confieses ahora mismo lo que sabes o podría irte peor.

-¿O qué? ¿me acusaras con Harry? -preguntó burlesca. Hermione le sonrió sínicamente.

-Has estado viniendo todos los días de la semana y pasas horas encerrada entre estas cuatro paredes. Necesito saber lo que pasa.

-Ah, ahora si te interesa lo que me pasa, ¿verdad? -le echó en cara. Hermione suspiró-. Vengo aquí porque realmente me apena lo que le sucedió.

-¿Segura que no es porque quieres asegurarte de que no despierte?

-¿Segura que no estás acusándome sin fundamentos solo porque te dolió que te terminara?

-Ya actuabas raro antes de que terminaramos. No encuentro la razón para no acusarte. Tienes la marca tenebrosa, tienes contacto con Draco Malfoy, el cual es uno de los principales sospechosos de Harry...

-¿Ya terminaste de acusarme de intento de homicidio? no tengo tiempo para esto, necesito hacer algo más importante que claramente estar hablando con alguien que me está levantando falsos testimonios. Aunque te duela, Granger, no tienes pruebas contundentes de nada -se acercó más a Hermione, quien por retroceder tanto había chocado con el frio metal de una de las camillas-, sin cuerpo no hay crimen. Creo que se está haciendo costumbre mia acorralarte contra la pared -sonrió-. No te metas donde no te llaman.

-Es lo que he estado haciendo toda mi vida.

-Para haber investigado toda tu vida casos que te intrigan resolver, aún te faltan cosas que pulir.

Retrocedió un par de pasos, tomando el reloj de su asiento y se marchó de la enfermería. Sus zapatos hacían eco en el pasillo hasta que el sonido se empezó a escuchar cada vez más leve, indicándole a Hermione que ya se había marchado.