—¿Por que?
—Porque el duende ese quiere hablar con nosotros —respondió Ron ante la queja de Charlie, quien se oponía a levantarse de la cama luego de haber dormido—. Tal vez nos quiere dar la mano y ayudarnos a entrar a Gringotts.
—¿Y por qué me necesitan a mi?
—Por si requerimos que lances tus amenazas esas de empalar duendes en el vestíbulo de tu casa y esas cosas —contestó Harry riendo. Charlie lo miro mal mientras Hermione trato de ocultar su sonrisa reemplazándola por una tos.
Se oyó un fuerte golpe en la puerta de la calle y todos se volvieron hacia allí. Fleur, asustada, salió a toda prisa de la cocina; Bill se puso en pie de un brinco, apuntando a la puerta con la varita; Harry y Ron hicieron otro tanto, Black agarro a Hermione, mientras que Griphook, sigiloso, se escondió debajo de la mesa.
—¿Quién hay ahí? —gritó Bill.
—¡Soy yo, Remus John Lupin! —respondió una voz superando el bramido del viento. Harry se estremeció de miedo; ¿qué habría pasado?—. ¡Soy un hombre lobo, estoy casado con Nymphadora Tonks, y tú, el Guardián de los Secretos de El Refugio, me revelaste la dirección y me instaste a venir aquí en caso de emergencia!
—Lupin —murmuró Bill, y corrió hacia la puerta para abrirla de golpe.
El corazón de Charlie parecía estar dando vueltas mientras, por primera vez desde que llegaron Astoria salió de la habitación y se quedó en la puerta mirando.
Lupin se derrumbó en el umbral; envuelto en una capa de viaje y con el entrecano cabello muy alborotado, se lo veía muy pálido. No obstante, se enderezó, miró alrededor para ver quién había allí y entonces gritó:
—¡Es un niño! ¡Le hemos puesto Ted, como el padre de Dora!
Hermione se puso a chillar:
—¿Qué? ¿Que Tonks... que Tonks ha tenido el bebé?
—¡Sí, sí! ¡Ha tenido el bebé! —gritó Lupin.
Todos dieron gritos de alegría y suspiros de alivio. Hermione y Fleur gritaron «¡Enhorabuena!». Y Ron dijo «¡Vaya, un bebé!», como si jamás hubiera oído nada parecido.
—Sí, sí... Es un niño —repitió Lupin, que parecía aturdido de felicidad. Rodeó la mesa dando zancadas y abrazó a Harry; era como si la escena en el sótano de Grimmauld Place nunca hubiera tenido lugar—. ¿Querrían ustedes ser los padrinos? —les preguntó, rodeando a Charlie entre sus brazos brindándole un abrazo fraternal.
—S...sí —vaciló Charlie, abrazando lentamente a Lupin.
—No puedo quedarme mucho rato, tengo que regresar —dijo el hombre lobo mirándolos a todos con una sonrisa de oreja a oreja, y Harry se fijó en que parecía muy rejuvenecido—. Gracias, gracias, Bill.
—Yo creo que se parece a Dora, pero ella dice que es igual que yo. No tiene mucho pelo; al nacer lo tenía negro, pero al cabo de una hora ya se le había vuelto pelirrojo. Seguramente, a estas alturas ya debe de tenerlo rubio. Andrómeda dice que a Tonks le cambió el color del pelo el mismo día que nació.
Remus se distrajo, brindando y bebiendo con alegria junto a todos mientras Charlie no despegaba su mirada del hombre.
—Remus —lo llamó, aclarando su garganta. Todos la miraron—. ¿Crees que podría hablar contigo a solas un segundo?
Remus la miró, intrigado. Se limpió la boca con su manga y dejó su copa de vino encima de la mesa, levantándose.
—Claro —asintió Lupin, haciendo un ademán para que continuaran la charla fuera de la casa. El viento hacía que el cabello de Charlie se despeinase y le diera algo de frío, por lo que Lupin no dudó un solo segundo en darle su chaqueta marrón.
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La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)
Fanfic«Yo pondría al mundo entero de rodillas por Hermione Granger» Donde el doloroso camino de Charlie estaba a punto de ser interrumpido por una inmensa lluvia de colores y sentimientos la cual era Hermione Granger. Eran diferentes, la odiaba. Eran opue...