073. El grupo anti-Umbridge.

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Bajó de su escoba algo cansada. El sol se estaba escondiendo pero había llegado tarde a los entrenamientos por entregar a última hora un trabajo de McGonagall. A pesar de eso, ahí estaban sus amigos, apoyándola. Después de su primera sugerencia o pedido, Hermione no volvió a insistir durante dos semanas enteras, pero la verdad es que Charlie lo estuvo pensando bastante durante sus tiempos libres.

Theo le pasó una botella de agua en cuanto llegó con ellos. Pansy le dirigió una sonrisa pequeña. Aún seguían algo tensas las cosas entre ellas, pero eso no evitó que Parkinson apoyara a su amiga.

-¿Lo pensaste? -preguntó Draco sonando interesado. Black en el fondo sabía que se refería a las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras-. Necesito saberlo.

-¿Por qué? -preguntó Charlie frunciendo el ceño. Se sentó al lado de Pansy para descansar un rato.

-Mi novio es el otro maestro, por si no lo recuerdas -ese día Draco había estado de un humor insoportable. Sus amigos intercambiaron una mirada-. Quiero saber si en verdad se pondrán en contra de Umbridge.

-No se, Malfoy. Pregúntale a tu novio -Charlie lo miró con aburrimiento. Draco susurró groserías en distintos idiomas.

-Mira, justo ahí viene Granger -dijo Theo, señalando a la Gryffindor que caminaba hacia ellos-. Nosotros sobramos.

Hermione saludó con la mano a Theo desde lejos. Él le devolvió el saludo. No parecían llevarse tan mal después de todo.

Nott llevó lejos a sus dos amigos para dejar a Charlie y a Hermione solas. La castaña la saludó de un beso rápido y se sentó a su lado.

Le preguntó por sus castigos y como iba con los entrenamientos. El día anterior no habían hablado por las obligaciones y responsabilidades de cada una.

-¿Vas a estar ocupada hoy? -preguntó Hermione después de un rato. Charlie entrecerró los ojos mientras pensaba. Tenía recorrido por los pasillos pero ya estaba al día con las tareas, acababa de terminar su entrenamiento-. Quería saber si ibas a dormir conmigo.

-Es una propuesta indecente -dijo sonriente. Hermione negó sin poder evitar sonreír.

-Solo te invitaba a dormir pero si quieres -se encogió de hombros, haciéndola sonreír-. ¿Vas conmigo después de la cena?

-Tengo que bañarme ahora y luego hacer el recorrido. Pero estaré contigo antes de media noche.

-Quería saber -dijo Hermione con detenimiento. Charlie suspiró, podía suponer lo que diría- si has pensado últimamente en lo que te dije.

Parecía nerviosa, como si esperara alguna reacción mala por parte de su novia. Charlie actuó normal, bebió un poco de agua y la miró con una expresión calmada. Asintió.

-Haré lo que me pides -dijo finalmente. La sonrisa complacida de Hermione fue mucho más que cualquier otro tipo de paga que pudieran darle-. Pero en cuanto yo diga que es suficiente, es porque lo es.

Hermione no entendió a que se refería, pero Charlie tenía un punto. Era por su propia salud mental. Todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor comenzaba a dejar de ser sano. Tenía un montón de responsabilidades y por lo único que estaba en ese momento aceptando la sugerencia, era por ella.

Estas tan patéticamente enamorada que me das asco, y eso significa que me doy asco a mi misma.

Se alarmó con sus pensamientos. Ella no estaba enamorada de Hermione. Tenía miedo a estarlo y no lo estaría. Se negaba. La quería, pero no la amaba.

Se negaba a tener esos sentimientos. El amor romántico siempre había traído muchos problemas para su familia y para ella. Su madre se enamoró de su padre y terminó rota. Sirius se enamoró de Remus y terminó roto. Draco se enamoró de Harry y... posiblemente terminaría de la misma manera.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora