051. El «bulgarro» con «narriz» «torrcida»

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Navidad no era su festividad favorita, pero no odiaba recibir regalos. La mañana de ese día, los cuatro chicos se la pasaron en la sala común comiendo dulce y jugando juegos de mesa que Pansy había comprado en vacaciones.

-¿Cuánto tardarían ustedes dos en estar listas? -preguntó Draco, lanzando un caramelo a la boca de Theo, quién sonrió, atrapando el dulce con éxito.

-Tres horas estarían bien -respondió Pansy. Sus dos amigos asintieron-. Tienen que estar abajo en la sala común para ir juntos, nos separamos después, Malfoy irá a buscar a Potter y yo lo voy a acompañar para pasar por Ginny. Ustedes se adelantan, ¿todo de acuerdo?

-Me perdí en «tienen que» dijo Theo, mirando con una sonrisa a su amiga. Pansy colocó los ojos en blanco-. Que amargada eres, ¡es Navidad, sonríe un poco, mujer!

Pansy le mostró los dientes.

-Esa sonrisa es más falsa que la heterosexualidad de Granger -murmuró Draco. Pansy ahora sí rió de verdad mientras miraba de reojo a su amiga-. ¿Que? Charlotte, que tú no te des cuenta de que Hermione Granger es más bisexual que la misma palabra no es nuestro problema.

-Habló el señor, no quiero invitar a Harry porque mami y papi se van a enterar. ¿Que es eso? ¡deja de ser absurdo!

-Claro, señorita, no me declaro porque tengo miedo de que me diga anormal.

Los dos se miraron desafiantes y un par de segundos después, sonrieron. Charlie tomó una almohada y se la lanzó al chico, quién estuvo a punto de continuar la guerra de no ser por Parkinson, quién sacó de inmediato a su amiga de allí antes de que tardaran más tiempo.

La sala común estaba vacía, muy posiblemente la mayor parte de sus compañeros de casa se encontraban en sus habitaciones, arreglándose para el baile. Faltaban menos de tres horas, Pansy creía poder estar lista para cuando eso.

Y una vez la puerta de su habitación se cerró, no hubo marcha atrás. Pansy entro a darse un baño primero, mientras ella sacaba aquel vestido de nuevo y lo miraba más detalladamente.

Pasó una mano por el vestido, parecía estar hecho justo para ella. Las piedras pequeñas y preciosas la harían resaltar bastante. Sonrió inconscientemente, encantada.

Pansy salió del baño con una toalla cubriendo su cuerpo, miró el reloj que estaba sobre su escritorio y luego la apuró para que ella fuera a bañarse. Charlie no tardó mucho en obedecer. Algo que igualaba a Pansy enojada era Pansy apurada. Era de las personas más puntuales del universo y siempre tenía que llegar temprano a todos lados.

Charlie se miró a si misma en el espejo. Se vería bien, esa sería su noche. No importaba si no iba con la persona que quería. Se iba a divertir, pasaría la noche con sus amigos, incluso bailaría con ellos y reiría. Nada tenía porqué salir mal. Todo estaría bien, trataba de convencerse de eso.

Ni siquiera tuvo el gusto de tardar lo que siempre tardaba mientras se daba un baño. Pansy comenzó a tocar desesperadamente la puerta a los veinte minutos, asegurándole que llegarían tarde.

Cuando salió del baño, Pansy se volvió a meter y le gritó que le avisé cuando ya estaba lista para que ella pudiera salir. Antes de colocarse el vestido, se secó el cabello con su varita y después de eso, no esperó mucho para ponerse aquel vestido sobre su cama.

Parecía que Sirius había adivinado su talla, el vestido le quedó realmente bien. Apartó un poco su cabello mientras se miraba en el espejo.

-¿Crees que haya algún hechizo para tapar esto, aunque sea por unas horas? -preguntó cuando su amiga salió del baño. Pansy la miró y frunció los labios.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora