088. Las lágrimas de Daphne.

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Última clase del día, Defensa Contra las Artes Oscuras. Charlie a un costado, de muy buen humor y una sonrisa brillante en el rostro. A su lado, Pansy Parkinson, tan elegante como siempre, aunque con muy poca paciencia ese día.

-¿Le harás caso a Granger o le hablaras al vagabundo entonces? -preguntó Pansy, moviendo delicadamente sus dedos sobre los pergaminos sobre su mesa. Charlie miró a su mejor amiga.

-Soy de ordenar, no de obedecer -Pansy casi rió en su cara, sabía que no era cierto. Charlotte trataba a Hermione como una verdadera reina, intentando hacer todo lo que pudiese para complacerla, aunque esa claramente sería una excepción-. Ayúdame a distraer a Hermione para poder hablar con Sir...

-¿Planeando ponerle el cuerno a tu novia, Black? -preguntó Daphne Greengrass detrás suyo, Pansy rodó los ojos-. Sabía que te cansarías de la sangre sucia.

-¿No tienes otras personas que molestar, Daphne? -preguntó Pansy con aburrimiento, sin voltear-. Tal vez a alguien que si le interese tu jodida mierda.

Tener clase con Gryffindor no era muy divertido, sobre todo porque por cualquier asunto podía armarse un escándalo. Tiraban leña al fuego.

-No vale la pena, Pansy -murmuró Charlie, guardando sus pergaminos con la intención se levantarse de la mesa para cambiarse de lugar. Pansy fue más rápida, tomándola con mucha fuerza del brazo y obligándola a sentarse de nuevo-. Me estás lastimando.

-¿En serio quieres hacer ésto, Daphne? -preguntó entonces Pansy. La rubia mirando con atención cada movimiento-. ¿Frente a ellos?

Miró sin discreción a los de Gryffindor. Charlie los miró de reojo, encontrando a Hermione junto a aquellas miradas indiscretas.

-Pansy, basta.

-Me da satisfacción saber que te molestó mi comentario, por eso estoy aquí -continuó molestando Daphne. Charlie podría jurar haber visto en Daphne un ligero tic nervioso. Pansy por su lado estaba de muy mal humor, y en ese momento podía desatar todo su enojo contra cualquier persona con tan solo una provocación.

-¿Si? Creí que estabas aquí porque desde que entraste a Hogwarts lo único que quisiste hacer siempre fue tener a Charlie -Pansy se levantó, volteandose hacía ella-. ¿Que? ¿Mamá y papá no te dan atención en casa?

-Me dan más atención de la que tus padres te dan a tí.

-Al menos mis amigos no me quieren por interés -hizo una falsa mueca de tristeza-. ¿Quieres ser cruel, Daphne? Seamos crueles entonces. ¿Cuando vas a dejar de actuar como si nada te afectara? ¡Las putas paredes son de papel, Daphne, pon un maldito hechizo silenciador, nadie quiere escuchar tu mierda! -Pansy golpeó la mesa de la rubia con tanta fuerza que hizo sobresaltar a su amiga. Todo Gryffindor y todo Slytherin estaba atento-. A nadie le importa tu estúpida vida, deja de arrastrarte tanto por una persona. Deja de actuar como si la odiaras, todo el mundo sabe que detestas a Hermione Granger porque ella si puede tener a Black en su cama.

-Pansy, creo que fue suficiente -Charlie tocó su hombro, con la intención de que parara. Pansy no despegó la mirada de Daphne.

-Ten un poco de amor propio por una vez en tu vida. Merlín. Tus padres no te quieren, tu hermana te detesta, tu amiga te odia y por Dios, oh sorpresa, a Charlie le repugnas.

Cada palabra que Pansy soltaba era como el veneno de la serpiente más mortal que podría o pudo haber llegado a existir. Daphne parecía helada. Las lágrimas cubrieron por completo su visión de un segundo a otro y se sintió tan humillada que la única escapatoria que se le pasó por la cabeza fue huir.

Tantas miradas sobre ella, podía sentir sus labios temblar. Solo quería refugiarse en el primer solitario lugar que encontrase, y soltar todo lo que llevaba dentro. Quería llorar, tal vez gritar o golpear cosas. Desahogarse a su modo. No le dolió todo lo que Pansy dijo, lo que le dolió fue que Pansy tuviera razón en absolutamente todo.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora