123. Harry la caga (como siempre).

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La respiración tan agitada de la mujer bajo ella hizo que vuelva en sí. Abrió los ojos, con el cuerpo completamente adolorido mientras llevaba una de sus manos a la boca de Hermione y la tapaba.

—No hagas ruido —suplicó Charlotte mientras Granger trataba de controlar su respiración.

Estaban bajo un montón de escombros. Charlie se había lanzado hacia Hermione sin dudar tirándola abajo y amortiguando todo lo que cayó de la casa para que Hermione resultara ilesa.

—Estás sangrando —observó Hermione cuando una de sus manos que había estado sobre la cabeza de Black estaba llena de sangre.

Charlie quiso bromear, pero la punzada en su cabeza fue tan fuerte que solo titubeó, sus brazos temblaron y cayó encima de Hermione, sintiendo como si su cabeza fuera a explotar en mil pedazos.

Hermione trató de socorrerla lo más pronto posible cuando Ron movió uno de los escombros permitiéndoles a ambas salir del hueco en donde se encontraban atrapadas. El pelirrojo tomó a Black entre sus brazos y sigilosamente guió a Hermione hacia Harry y Astoria.

—Tenemos que salir de aquí —susurró Harry.

—Tiene la pierna herida, no podrá correr —dijo Ron estúpidamente. Hermione le dirigió una mala mirada.

—Somos brujos, guapo —le recordó Astoria con una sonrisa dulce.

—Consigan un cuarto —susurró Black molesta mientras Hermione tomaba la capa de invisibilidad de Harry.

—Le borrare la memoria. Hagan una cadena y sujétense bien del otro.

Charlie no la vio, muy pronto comenzaba a ver borroso y a escuchar mucho eco mientras veía como Ron tenía el brazo repleto de sangre, escurriendo hasta en el piso.

—Black —escuchó el eco de la voz de Astoria distorsionado—, te mueres y te mato.

Muy pronto su mirada se volvió totalmente oscura, y creyendo que había entrado en un tipo de trance se empezó a preocupar. ¿Había muerto? ¿Por que tenía consciencia?

Rápidamente entendió que no fue así cuando Ron casi perdió el equilibrio y la echó al aparecerse en la hierba. Era casi el anochecer y un hermoso atardecer cubría la zona.

En otra situación eso hubiera sido hermoso.

Miró a Ron, parecía estar hablándole pero ella no entendía lo que quería decir, solo lo veía mirar para todos lados comenzando a soltar lágrimas desesperadas. Charlie no entendió.

Ron la dejo en el suelo cuando Astoria lo abrazo, tratando de calmarlo. Estaba muy pálida, parecía que le acababan de dar el susto de su vida mientras que Harry parecía muy enfermo.

—¿Que pasó? —preguntó, tratando de levantarse. Hermione palideció en cuanto la vio tratar de hacerlo y se acercó lo más pronto posible sacando objetos de su bolsa.

—¡Reaccionó! —gritó Ron contento, pero Harry murmuró algo en su oído que pareció hacerlo entrar en razón nuevamente y se acercó a Hermione con desesperación—. ¿Como... como te ayudo? —tartamudeó.

—Sostenla con fuerza, le va a doler hasta el alma —pidió Hermione. No parecía estar asustada, parecía muy segura de que lo que sea que hiciera haría que Charlie se recuperara—. ¿Me escuchas? ¿Cuantos dedos ves?

Black sonrió.

—Los suficientes para poder estar dentro mio.

Hermione enrojeció mientras sacaba una poción pequeña de su bolso, catalogada con la perfecta caligrafía de Black. Se sentía muy afortunada de la nada por haber entrado a robar en la habitación de Slytherin antes de dejar Hogwarts. Le dio acceso a poder robar pociones que le habían estado sirviendo a lo largo de todo el viaje.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora