La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)

092. Black vs Potter.

-¡No necesito ir a la enfermería! -le gritó a Pansy, quién a fuerzas trataba de llevarla con la enfermera. Hermione y Ron se habían dispersado para ayudar a Harry, mientras que Theo, Draco y Pansy trataban de ayudar a Charlie-. ¡Pansy Parkinson!

Fue suficiente de tantos gritos de súplica. Theo tomó a Charlie de la túnica y la jaló hacia la primera clase que vio. Sus amigos entraron detrás de ellos, colocando tan rápido como pudieron un hechizo para silenciar la habitación.

-¿Que viste? -preguntó Draco entonces. Charlie respiraba con dificultad, necesitaba saber si Sirius estaba bien, por lo que no tenía tiempo para una charla de té con sus amigos.

-¡¿Quieres que te responda, pequeño insufrible?! -le gritó en su cara mientras se levantaba. Sus ojos tornándose de otro color, un rojo tan distinto al gris-. Estúpidos y patéticos hijitos de mami y papi, ¿no tienen nada mejor que hacer que meterse en mi puta vida? ¡Él está en peligro!

El momento le había ganado. Pansy se hizo lugar entre Draco y Theo y colocó a Charlie frente a ella. Alzó la mano y la cachetada que le dio sonó en toda la vacía clase haciendo eco. Lo único que se escuchó por aproximadamente diez segundos fueron las respiraciones intranquilas de todos. Los ojos de Black volvieron muy lentamente a la normalidad. Pansy se sintió satisfecha.

-Ahora, cariño, dime, ¿que sucedió con Sirius? -Pansy ya lo sabía. Después de tantos años de estar conviviendo día a día con ella, tenía esa extraña habilidad de saber exactamente lo que ella estaba pensando. Charlie tomó aire, a punto de hablar cuando escucharon como afuera de la clase, Harry discutía con Hermione y Ron.

-No voy a ir... no necesito la enfermería... no quiero. ¡Suéltame Hermione!

Escucharon algo parecido a un libro caer en seco al suelo. La pared del pasillo sonó. Harry chilló.

-La próxima vez que intentes algo así contra ella, te golpearé -escucharon decir a Ron. Theo miró a su mejor amiga tan rápido como pudo, pero era demasiado tarde, ella ya había salido tan rápido que casi rompió la manija de la puerta.

-Potter -Charlie le sonrió. Ron entonces, soltó la túnica de Harry al mismo tiempo que la ojigris sacaba su varita, colocándola en el cuello de Harry-. Vuelve a intentar tocarla y te arranco los dientes con unas pinzas.

-Ni siquiera sabes lo que pasó -dijo Harry, apretando los dientes. Sus ojos brillando en un verde intenso. Charlie relamió su labio inferior como si de una serpiente se tratase-. Suéltame, Andrómeda. ¡Suéltame ahora! -gritó.

-Charlie -dijo Draco a su izquierda, llevando su mano a su túnica, donde tenía su varita-. No me obligues, Charlotte.

-Sirius está en peligro -le recordó Pansy.

Pansy, Pansy, Pansy.

Ella era como aquellos diablos encima de tu hombro. Un diablo o un ángel. Siempre tenía la solución para Charlie, ella era la voz de la razón. No había ser en la tierra que conociera más a Charlie que Pansy.

-¿Quién es el inteligente aquí? -preguntó entonces Ron. Todas las miradas se dirigieron a Charlie, quién guardó su varita y sin esperar a nadie, siguió por el pasillo.

Lo que habían visto la noche anterior, McGonagall debía estar en la enfermería si es que su ataque no había pasado a ser algo grave.

Harry, Ron, Hermione, Draco, Theo y Pansy la siguieron. Harry murmuraba todo tipo de insultos hacia ella. Hermione se cansó ante la última queja y le proporcionó un golpe fuerte en la cabeza que lo dejó quedándose aún más.

Charlie entró a la enfermería, mirando a Madame Pomfrey. Ella se mostró bastante confundida al verla allí.

-Black, es la quinta vez al mes -dijo Pomfrey, caminando hacia un clóset y sacando un par de vendas de allí-. ¿De nuevo su brazo? Creo que debería empezar a proporcionarle más medicamentos. Las heridas son cada vez más profundas y...