Pansy iba de un lado a otro en la habitación, sacando ropa, volviendo a meterla, desesperada. La joven soltó el décimo suspiro de la hora.
-Pansy, son las pruebas, tampoco es que tengas mucho para elegir. Ponte el uniforme de quidditch y me aseguraré de pedirle a los gemelos algo para celebrar.
Los ojos verdes de Pansy la escanearon de arriba a abajo. Charlie la miró con obviedad y una media sonrisa.
-¿Y si no quedo? -preguntó Pansy. Su expresión se convirtió en una de tristeza. Black suspiró de nuevo y la señaló.
-Pansy Parkinson, eres la persona más sorprendente que conozco, no hay chance de que no quedes en el equipo. Así que mueve tu trasero hacia el campo de una vez por todas.
Unos minutos más tarde, ambas salieron de la sala común. Cada una tenía un rumbo distinto, Charlie iba a la oficina de Umbridge, mientras que Pansy iba al campo de quidditch.
-¿Cómo estás? -preguntó Harry, con quién se había encontrado hace unos segundos por el pasillo-. Hoy no te vi en clases.
-No estaba de humor para asistir a clases -mintió. Había tenido de nuevo una pesadilla y había despertado empapada en sudor, con aquella voz siseante que aseguraba que algún día ella se arrodillaria frente a él-. ¿Sabes si Hermione tiene planes estos días?
-¿Al fin te vas a animar a hacer la pregunta del millón? -cuestionó con diversión-. «Oh, Harry, llevo esperando esa maldita pregunta desde hace meses» «¿Ella no te ha dicho nada, Harry?» «Aveces dudo que realmente quiera formalizar esto» -dijo con voz chillona. Charlie le dio un codazo.
-La voz de Hermione no suena as... ¿Ella dijo eso? -frunció el entrecejo. Harry movió la cabeza de un lado al otro, indicando que tal vez estaba exagerando un poco-. Necesito ayuda -confesó.
-Estoy para servirte, Char.
-¿Tú y Draco son novios? -Harry asintió-. ¿Cómo te pidió Draco que salieran?
Harry miró pensativamente el pasillo mientras seguían caminando. Segundos después, se encogió de hombros.
-Harry.
-No hizo nada especial -murmuró Harry-. Fue en cuarto, antes de enterarme que sus padres eran mortifagos. Solo estábamos solos y él supuso que era el momento, y me lo propuso. No tiene mucha ciencia detrás, solo dile a Hermione lo que sientes.
Realmente comenzaba a inquietarse. Quería hacer esa pregunta de una vez por todas para poder dejar de dudar todas las noches sobre que eran.
Harry tocó dos veces la puerta y escucharon un suave "pase". Intercambiaron miradas y Charlie entró primero.
Había conocido ese despacho con sus tres previos ocupantes. En los días en que Gilderoy Lockhart residía en él, estuvo recubierto de radiantes retratos de sí mismo. Cuando Lupin lo ocupó, era probable ver alguna criatura oscura y fascinante en una jaula o un tanque si uno pasaba por allí. En los tiempos del impostor Moddy lo atestaban varios instrumentos y artefactos para la detección de peligro. Ahora, sin embargo, lucía totalmente irreconocible. Todas las superficies estaban recubiertas con paños y encajes. Varios recipientes contenían flores desecadas, cada uno en su propio mantelillo y en uno de los muros había una colección de platos ornamentales, todos pintados con un gato de colores chillones que tenia distintos tipos de moños alrededor del cuello. Eran tan desagradables que Black se quedó mirándolos con una mueca, hasta que la profesora Umbridge habló nuevamente.
-Buenas tardes, Señorita Black. Señor Potter, ¿Cómo está hoy?
Entonces se dio cuenta, no había visto a la profesora la primera vez porque tenia puesta una siniestra túnica floreada que se mimetizaba muy bien con el mantel del escritorio que estaba detrás de ella.
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La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)
Fiksi Penggemar«Yo pondría al mundo entero de rodillas por Hermione Granger» Donde el doloroso camino de Charlie estaba a punto de ser interrumpido por una inmensa lluvia de colores y sentimientos la cual era Hermione Granger. Eran diferentes, la odiaba. Eran opue...