119. Punto de quiebre (Black's version)

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-¡ASTORIA!

Se sentía extremadamente débil. Abrió los ojos lentamente aunque casi no pudo, ¿estaba muerta?

No podia moverse, todo lo que veía eran los rayos del radiante sol contra la cantidad inmensa de árboles... Estaba muy tranquila.

Los pájaros cantaban y momentáneamente sintió que quería quedarse así por siempre. Sintió tanta tranquilidad como no había sentido en mucho tiempo. Solo ella, acostada, sin preocupaciones, sin Voldemort tratando de matarla, sin Harry culpándola por todo, sin...

-¡ASTORIA, POR FAVOR!

¿Astoria?

¿Dónde estaba? ¿Por que escuchaba los gritos desgarradores de Ronald llamando a Astoria?

Sintió un dolor indescriptible al segundo de haber escuchado el último grito y abrió los ojos exaltada.

¿Hermione?

Estaba adolorida, muy adolorida, sentía la mayoría de sus huesos rotos y de la nada dejó de sentirlos de nuevo. Era esa paz otra vez, ¿que le pasaba?

-¡Hermione! -Harry la sacó de allí cuando vio a Black abalanzarse hacia Hermione con intenciones de atacarla, tenía la mirada pérdida y la varita en manos-. ¡Desmaius! -gritó Harry, y la bruja desvió el hechizo.

-Es... -Astoria trataba de hablar mientras se desangraba en el suelo. Harry desarmó a Black y ella igualmente lo atacó mano a mano-... la maldición... Imperius...

Escupió sangre, se estaba ahogando en su propia sangre.

-Tiene... hemorragia -dijo Hermione, totalmente asustada al ver a su novia forcejear contra Harry.

-¡No puede morir ahora! -le gritó Ron a Hermione, con las manos temblando y la cara cubierta en lágrimas.

¿Morir? ¿Quién va a morir?

Cuando Charlie volvió a tener consciencia, estaba a punto de golpear a Harry con una roca en la cabeza. Volvió a sentir su cuerpo entero adormecido y débil y el impacto de sus rodillas contra el suelo sonó doloroso hasta para Harry.

-Necesito un encantamiento... yo...

-¡Hermione, Astoria no responde! -lloriqueó Ron, agarrando el cuerpo de Greengrass entre sus manos tratando de parar la hemorragia-. ¡No, no, no, no!

-Necesito curar a Charlie... -Hermione no reaccionaba ante el pánico, Harry inmediatamente la tomó del rostro-. Harry... Charlie está...

-¡No! -se apresuró a decir Harry, hablando con mucha decisión-. Escuchame, Astoria se está desangrando y va a morir en menos de cinco minutos si no la ayudas. Charlie estará bien.

-Pero...

-¡Cúrala! -exigió Ron cuando Astoria cerró los ojos-. ¡Cúrala ahora, Hermione!

-Escúchame a mí -exigió el tono demandante de Harry. Hermione no salía de su estado de shock-. Te necesitamos, tú puedes hacerlo... Respira.

Hermione tragó saliva, y mirando a Astoria en el suelo se puso de rodillas ante ella, sacando su varita y comenzando a murmurar hechizos de sanación.

Ron lloriqueaba en el suelo mientras Harry examinaba a Charlie. Se acababa de desmayar y estaba llena de quemaduras, sudando frio.

-Ya está -dijo Hermione, mirando a Astoria.

-¿Ya? -preguntó Ron entre lágrimas. Hermione asintió algo dudosa y se levantó, caminando hacia Charlie y sacando algo de su bolso que colocó con suavidad en sus quemaduras.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora