La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)

039. Unas vacaciones diferentes

Pansy era bipolar.

O eso le decía Draco, al menos. Porque después de insultar a Charlie en todos los idiomas posibles entre ellos Francés, Italiano y portugués, la abrazo con todas sus fuerzas y le dijo que agradecía que estuviera bien y que le alegraba.

Charlie se quedó muda y después de eso les pidió a sus amigos clases de todos los idiomas que ellos conocían. Draco accedió, lucía realmente mejor que hace un par de meses y todo porque el pollo, había escapado, y ya no se sentía tan culpable de su muerte.

-... Y escapó, o eso fue lo que dijo Snape -contaba Theo. Charlie se rió en su cara-. Está claro que Snape es un idiota, no sabe la verdad. Tu tío es genial, Charlie.

-Si, si, lo es, bla bla bla, ¿que paso con Pettigrew? -le preguntó Pansy. Charlie se encogió de hombros.

-Supongo que ahora debe de estar en alguna alcantarilla como la muy rata que es -se notaba de lejos que lo odiaba. Se arrepentía de no haber dejado que Lupin o Sirius lo mataran.

-Black -los cuatro se giraron hacia Astoria Greengrass, quién acababa de entrar a la sala común-, el profesor Lupin me pidió que te dé esto.

Astoria le extendió una nota. Se retiró de allí sin esperar a escuchar un agradecimiento y los cuatro la vieron irse. Astoria... Ella no era como su hermana, al menos no parecía serlo. Charlie la solía ver con Blaise Zabini, un chico de la misma edad que ella pero que por alguna extraña razón era amigo de Astoria.

No parecía una mala persona, pero Charlie desde que entró a Hogwarts había aprendido que las apariencias engañaban. Lo aprendió con Quirrell, incluso con Sirius.

-Abrela y deja de hacer esperar al profesor, podría ser algo importante -dijo Pansy mientras acomodaba uno de sus anillos.

Ella no espero más y desdobló la nota:

"Charlie

Me gustaría que pasaras por mi oficina para poder aclararte algunas cosas antes de irme. Hablar contigo, ya sabes. Te espero.

R.J. Lupin."

¿Irse? ¿Que quería decir exactamente con... irse?

Charlie se levantó, llamando la atención de sus tres amigos. Pansy tomó la nota y la leyó, alzó ambas cejas y la miró.

-Te veremos en la entrada del colegio, llevaré a Ónix, no te preocupes. -Pansy le sonrió y Charlie asintió mientras salía con rapidez de la sala común.

Una de las desventajas de Hogwarts, era que el lugar era muy grande. Los de primer año se perdían por los pasillos y los de segundo apenas recordaban cómo llegar a sus clases. Los de tercero tardaban en llegar, de cuarto para arriba era cuando comenzaba a conocer la verdadera parte del castillo y lo más entretenido, los atajos.

Por supuesto que solo habían atajos exclusivos que pocas personas sabían que existía. Entre ellos, Charlie. Era una ventaja de ser la amiga de los gemelos Weasley.

Tardó aproximadamente diez minutos en llegar a la oficina de Lupin y cuando llegó, tocó dos veces la puerta, que se abrió sola. Lupin se dio la vuelta, Charlie alcanzó a ver el mapa del merodeador en la mesa.

-Te vi venir, Charlotte -le dijo Lupin con una sonrisa amable mientras señalaba con la varita el mapa-. ¿Por qué no te sientas? Hay algunas cosas que debo aclarar contigo.

-¿Se va? -preguntó Charlie de inmediato. Lupin soltó una risa nasal y con si varita, comenzó a acomodar algunas cosas en su maleta-. No puede irse, profesor. Es el mejor que hemos tenido y...