033. Granger no sabe guardar secretos.

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-No te ofendas, pero te ves mal.

Cedric se sentó a su lado. Ella lo miró de reojo y lo ignoró. El muchacho soltó un gran suspiro y se acomodó en su lugar.

-¿Quieres contarme que es lo que te pasa? Mis amigos dicen que sirve escuchando a las personas.

-No estoy interesada en contarte mis traumas, Diggory. Agradecería que te marcharas, quiero estar sola.

-De acuerdo -Cedric suspiró-. Estas mal, lo comprendo. No se lo que te haya pasado pero cuentas conmigo para lo que sea, nos vemos mañana, Black.

Lo vio irse. Algo en su interior le decía que lo había tratado mal y que debía disculparse pero no lo haría. Definitivamente no lo haría. Tal vez otro día pero en ese momento si alguien llegara cuanto con ella y la molestará, se desquitaria de una forma no muy pacífica.

Escuchó un ruido a su derecha y vio a un gran perro negro. Soltó una risa nasal, si Theo estuviera con ella en ese momento, diría que era el Grim. Pero como Theo había ido a su casa por las vacaciones de Navidad, no tenía problemas en que el perro se acercara.

-A alguien le falta ir a una peluquería -comentó Charlie mientras el perro la miraba con atención y se acercaba. Parecía el mismo maldito perro que vio fuera de la casa de los Dursley-. Te puedes acercar si no me pegarás las pulgas.

El perro se acercó muy lentamente y estando alerta. Como si ella le fuera a hacer algo. Se veía realmente hambriento, Charlie agradeció haberle pedido a los elfos de las cocinas un poco de comida para después del entrenamiento.

Saco de su mochila unos envases y los destapó, le dio al perro un sándwich y él pareció más que complacido ya que lo devoró en tan solo segundos. Charlie sacó una botella de agua y volvió a cerrar su mochila.

-Soy buscadora de Slytherin -le comentó como si realmente creyera que el perro la entendía. En el fondo sabía que no era así pero solo quería largar lo que tenía un rato-. Vengo aquí cada día a entrenar, también me sirve como distracción. No tengo escoba porque bueno, se me ha roto y no hay forma de repararla. Pero siempre se puede entrenar con ejercicio físico, no todo es estar sobre una escoba. El chico que se acaba de ir es Cedric Diggory, un chico realmente bueno si me preguntas a mi.

El perro se acostó tímidamente, un poco alejado de ella. La seguía mirando con atención, como si pudiera entenderla.

-Te adoptaría si es que te bañas, pero no aceptan perros, solo gatos, lechuzas, ratas o sapos. Y a Pansy le daría un infarto si llevo a un perro pulgoso y sucio a la habitación, no te ofendas.

El perro ladeó la cabeza.

-Ah, Pansy es mi compañera de habitación y mejor amiga. Tiene un montón de ideas locas que escribe, quiere escribir un libro. Yo sería la primera en leerlo, debo decir. Después está Theo, que es mi mejor amigo, y Draco Malfoy, mi primo lejano. Bueno, mi padre era el primo de su madre, eso es lo que entiendo. Y Harry, Harry también es mi primo, su padre, James Potter -el perro alzó la cabeza y le prestó toda la atención del mundo-, era el hermano de mi madre, Anne.

-¿Ahora hablas con perros, Black? -se volteó para mirar a Hermione con una mueca. Ella le sonrió un poco y se sentó a su lado-.¿Cómo estás?

-¿No te han enseñado que es de mala educación interrumpir conversaciones? Estoy hablando con el perro.

Hermione soltó una risita.

-Vamos, ni siquiera puede entenderte.

-¿Que necesitas, Granger? -preguntó Charlie con una sonrisa divertida mientras se acomodaba para mirar a Hermione.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora