050. Invitaciones.

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La profesora McGonagall los había llamado para ir a su clase. A todos los de Gryffindor y Slytherin de cuarto año.

Desde que habían hablado sobre el tema de sus padres, Draco estaba de mal humor. Pansy intentó hablar con él pero solo decía que estaba bien y después se iba para estar solo.

-Los he mandado llamar porque tengo algo que decirles a ustedes -dijo McGonagall, paseándose por la sala-. Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo desean, pueden invitar a un estudiante más joven...

Pansy sonrió ampliamente ante eso, estaba nerviosa ya que si no podía invitar a Ginny, entonces no iría. Que pudiera invitarla definitivamente la aliviaba muchísimo.

-Será obligatoria la túnica de gala -prosiguió la profesora McGonagall-. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien... -La profesora McGonagall recorrió la clase muy despacio con la mirada-. El baile de Navidad es por supuesto una oportunidad para que todos echemos una cana al aire -dijo, en tono de desaprobación.

A Charlie le molestaron las carcajadas que Lavender Brown soltaba. No eran para nada discretas y junto con su amiga, miraban a Harry. Draco se cruzó de brazos, ofendido.

-Pero eso no quiere decir -prosiguió la profesora McGonagall- que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustaré muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal lugar al colegio. Ahora, pueden retirarse.

Charlie de inmediato se puso de pie y abandonó la sala con sus amigos. Ahora ya sabía para que era el vestido que Remus le había mostrado antes de fin de vacaciones.

Y días después de eso, todo el colegio estaba emocionado por el baile de navidad, a tal punto que lo comentaban a todas horas por el pasillo.

La mitad ya tenía pareja, esa mitad incluía a Pansy, quién había salido de aquella clase ese día, para ir directo al campo de quidditch, donde a Ginny le gustaba pasar la mayor parte del día, esperando poder jugar alguna vez.

La invitó y ella sin dudas lo aceptó. Draco estaba pensando sí invitar o no a Harry.

-Ellos quieren que invite a Astoria Greengrass -dijo Draco, dejando la carta de sus padres sobre el sillón de la sala común.

-¿Y? -Theo lo miro, arqueando una ceja. Pansy suspiró-. Invita a Potter, que más da.

-¿Que más da? -repitió Draco con una expresión fastidiada-. Si invitó a Harry se van a enterar y no estoy preparado para que mi padre me desherede por meterme con Harry Potter.

-Aceptó que fueras amigo de su prima -dijo Pansy.

-Si, a duras penas y después de prácticamente besarle los zapatos para que me dejara relacionarme con ella -Draco se pasó una mano por su rubio cabello, frustrado.

-A Harry le va parecer lindo que lo invites a pesar de tener todo en contra. Yo invitaría a Hermione si tuviera los ovarios para hacerlo -Draco, Pansy y Theo la miraron. El rubio sonrió un poco.

-Hagamos esto, Charlotte -la sonrisa de Draco le daba mucho en que pensar-. Si tú invitas a Granger al baile, yo invito a Harry.

Se miraron desafiantes por un par de minutos.

-Al carajo, vamos.

Charlie y Draco se levantaron con rapidez y con sonrisas divertidas. Pansy y Theo compartieron una mirada.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora