-¡Usted! -exclamó Harry.
Charlie lo miro de reojo, ¿Era en serio? ¡Harry debió haberla escuchado! Era todo un idiota. ¡Ni siquiera se había disculpado! Ella no se disculparia, ¡Harry debía disculparse!
Quirrell aplaudió, Charlie se sintió aún más humillada. ¿Como era posible que no lo haya visto merodear por allí? ¿Que no haya sospechado en lo más mínimo de él? Se sentía tonta, pero más tinto debía sentirse Harry por haber sospechado de Snape cuando en realidad, el hombre no tenía absolutamente nada que ver.
Yo -dijo con calma- me preguntaba si me iba a encontrar contigo aquí, Potter.
-Pero yo pensé... Snape...
-¿Severus? -Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda-. Sí, Severus parecía ser el indicado, ¿no? Fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme. Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p-profesor Quirrell?
-Si mi orgullo no fuera tan grande, estaría besándole los pies por ser tan genio, señor. -dijo Charlie, aclarando su garganta. Quirrell le sonrió. -O su plan fue bueno, o usted es un inútil con suerte, voy a preferir pensar que es un genio, me niego a creer que si es un inútil yo no haya descubierto su plan.
-¡Pero Snape trató de matarme! -gritó Harry.
-No, no, no. Yo traté de matarte. Tu amiga, la señorita Granger, accidentalmente me atropelló cuando corría a prenderle fuego a Snape, en ese partido de quidditch. Y rompió el contacto visual que yo tenía contigo. -Charlie sonrió un poco- Unos
segundos más y te habría hecho caer de esa escoba. Y ya lo habría conseguido, si Snape no hubiera estado murmurando un contramaleficio, tratando de salvarte.-¿Snape trataba de salvarme a mí?
-Si que eres idiota, Harry. -el de lentes la vio de mala manera. Ella solo miraba la sonrisa fría de Quirrell.
-Por supuesto que Snape trato de salvarte -dijo fríamente Quirrell-. ¿Por qué crees que quiso ser árbitro en el siguiente partido? Estaba tratando de asegurarse de que yo no pudiera hacerlo otra vez. Gracioso, en realidad... no necesitaba molestarse. No podía hacer nada con Dumbledore mirando. Todos los otros profesores creyeron que Snape trataba de impedir que Gryffindor ganase, se ha hecho muy impopular... Y qué pérdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarte esta noche.
Charlie de inmediato tomo con fuerza su varita y se puso frente a Harry. Primero debería pasar por ella, no podría permitir que le hicieran algo a Harry.
-Primero va a tener que matarme, señor. -Quirrell le sonrió.
-Oh, no, Black. Yo no te voy a matar, él me mataría si yo llegara a tocarte un solo cabello. -Charlie frunció el ceño sintiéndose de repente muy confundida. Quirrell chasqueó los dedos. Unas sogas cayeron del aire y se enroscaron en el cuerpo de Harry, al igual que en el de Charlie, sujetándolos con fuerza. -¿Nunca te ha causado curiosidad el saber tus orígenes? Ese día en el valle de Gryffindor, El señor oscuro marcó a Potter como si igual... Pero a tí, Black... El señor oscuro te marcó, Black. Él te marcó como su heredera oscura, tú no eres cualquier bruja, tu futuro es ser una bruja oscura. Esta escrito, tu destino está decidido.
-A ver, no diga estupideces y mejor deme la maldita piedra para que se la meta por el trasero, viejo imbécil.
-Y no entiendo la razón de por qué alguien como él, eligió a alguien como tú. Debe de haber alguna historia detrás... Una razón.
-¿Se da cuenta que no le estoy entendiendo? Hable más despacio, hombre. Se va atragantar pronto si sigue así.
-Pero el si morirá... eres demasiado molesto para vivir, Potter. Deslizándote por el colegio, como en Halloween, porque me descubriste cuando iba a ver qué era lo que vigilaba la Piedra.
ESTÁS LEYENDO
La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)
Fanfiction«Yo pondría al mundo entero de rodillas por Hermione Granger» Donde el doloroso camino de Charlie estaba a punto de ser interrumpido por una inmensa lluvia de colores y sentimientos la cual era Hermione Granger. Eran diferentes, la odiaba. Eran opue...