El pisito céntrico de Moon Byulyi era un quinto con ascensor. Al entrar, te absorbía a su interior con el calorcito agradable de la calefacción y el olor hogareño que tienen algunas casas. Ese olor al que no puedes poner exactamente un nombre, origen o por qué, pero simplemente es así y te hace sentir a gusto.
Jungkook cerró la puerta tras de sí y la tabla de madera chocó contra sus talones. Era la primera vez que Moonbyul le invitaba a su casa; había oído de las malas lenguas de la oficina que a la loba no le gustaba compartir su nido y a menudo se inventaban historias del por qué. Si bien él no sabía hasta qué punto aquello que escuchaba era cierto, escondió las feromonas de su lobo como señal de respeto, por si acaso.
Bajando la cremallera de su chaqueta impermeable, Jungkook agachó la cabeza hacia los lados preparado para saludar pero la novia de Moonbyul no estaba en casa. A ella tampoco la había conocido todavía; sólo Jin tenía ese placer. ¿Cómo debía ser esa persona capaz de hacer a una mujer como Moonbyul toda suya? No es que Jungkook fuese muy chismoso mas admitía tener ganas de descifrar ese espacio en blanco con la identidad de la omega misteriosa. De momento había averiguado su olor y su color de tinte pues ambos se quedaban impregnados bajo las uñas de su alfa, pero nada más.
Las dos lobas vivían en un apartamento chiquitín de concepto abierto. Una vez pasado el burro para ropa del recibidor, Jungkook penetró en una habitación única que abarcaba la cocina estilo nórdico, el dormitorio, un despacho improvisado y el paso transparente a un balcón lleno de macetas. La única habitación con paredes e intimidad era el cuarto de baño.
Jungkook pensó que la alfa seguramente se podría permitir una vivienda mucho mejor que aquella con su sueldo de las oficinas, pero tampoco quiso juzgar demasiado (él mismo vivía en una cabaña bastante poco práctica para un funcionario que debía ir a la ciudad cada día de la semana). Por lo menos, las paredes altas de color amarillo pastel y la justa cantidad de decoración impedían que se volviese un lugar abarrotado.
Los muebles eran todos sencillos, de puntas redondeadas, y parecían encajar armoniosamente entre ellos como un tetris de madera clara. El alfa andó pequeñito, tratando de no mover nada de su sitio y sin atreverse a otear más allá de los metros por recorrer.
Moonbyul le condujo hasta su escritorio de trabajo y trajo una silla plegable para que se pudiera sentar a su lado. Jungkook admiró el espacio despejado. No había montones de documentos ocupando la mesa, los cables estaban cuidadosamente trenzados tras la torre del ordenador y los bolígrafos, rotuladores y material de oficina estaban cuidadosamente ordenados en un anaquel que delimitaba el espacio de "despacho".
No hubo café de bienvenida ni charla trivial. La alfa se ató el cabello plateado en un moño alto y fue directa a encender el ordenador.
Iban a encontrar a Park Jimin.
Jungkook había aceptado ayudar a Seokjin a encontrar al omega, aunque tampoco es como si hubiese tenido otra opción.
Las tensiones de su amistad se apilaban como caramelos amargos sobre la lengua del alfa y sabía que no le convenía seguir llevando la contraria a Jin. Por lo general, el Seokjin que Jungkook conocía no era un hombre al que se le pudiese alterar con facilidad. Verlo al borde del ataque de nervios había conseguido hacerlo cavilar sobre sus decisiones por horas.
"Estoy bastante seguro de que soy un cobarde", se había dicho Jungkook a sí mismo al descubrir que, si bien la estrategia de su amigo fuese razonable, no quería apoyarla por un miedo común y comprensible. Al final todo se reducía a la inapetencia de una guerra entre territorios.
Se había permitido a sí mismo olvidar el dolor de los suyos. Con el paso de las semanas y la voz de Jimin susurrando en su oreja, había aprendido a mirar a la manada Cheonsa y sugerir: "¿Y si olvidamos nuestras diferencias?".
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EL OLOR DE LOS JILGUEROS
Fanfiction+18 - BTS - OMEGAVERSE - KOOKMIN / NAMJIN / SOPE El origen del conflicto entre las opuestas manadas de Geum y Cheonsa se remonta a siglos atrás, pero las recientes heridas abiertas entre las familias líderes de ambos territorios tienen a todos sus h...