La bombilla reventada de una lámpara de pie quemaba con un denso hilillo de humo negro una esquina de la alfombra. Sobre el tapiz de motivos florales se esparcían multitud de casquillos y los restos chamuscados de piel y pelo que habían arrancado las balas en sus impactos.
El imponente lobo negro de Jeon Jungkook resollaba mostrando los colmillos. La baba y la sangre caían entremezcladas en una espiral espesa y caliente. Tras él se refugiaba el menudo lobo de Min Yoongi; fatigado, pero sin guardar las garras manchadas de granate.
Jimin empujaba la espalda tan fuerte contra la pared que un poco más y podría echarla abajo, liberándose así del pegajoso calor y los olores pútridos de aquel despacho cerrado. Defendía con tembleque y un revólver en las manos la mochila llena de libretas hurtadas de sus familiares, y se arrastraban frente a él los lobos perjudicados por los agujeros sangrantes de su nerviosa puntería.
Como animalejos salvajes hurgando y aventurándose por dentro de las paredes de la casa, la estampida de lobos del Frente de Luseu penetró en aquella mansión Park. Los gritos, golpes y rugidos se intercalaban en una sinfonía catastrófica de la cual ellos todavía sólo recibían un alejado preludio.
Las orejas de Jungkook se agitaron reaccionando a ese rumor. Pero sus ojos plateados, inyectados de una ira roja, se mantenían clavados en los de Park Jae. De todos los familiares que había conocido de Park Jimin, aquel omega en concreto exacerbaba su profundo odio por Cheonsa. Simplemente no lo soportaba; allí, de pie, ileso en medio de la habitación como un diamante intocable en su vitrina mientras sus lobos lacayos perdían la vida defendiéndole. Y ni una gota de emoción se desbordaba por su rostro.
"¡Hasta yo me siento mal al verlos agonizar!", pensó Jungkook, incapaz de mirar con orgullo los cadáveres que se apilaban en su historia y consciencia.
Pero Jae estaba calmado, casi distraído, como si una pitonisa le hubiese confiado en su oráculo milagroso que definitivamente no moriría aquel día. Su falsa persona de actuada fragilidad estaba tranquila; mantener la redondez tierna de sus expresiones parecía seguir siendo su prioridad a pesar de la presencia del que potencialmente podría ser su asesino.
Aunque había una cosa que al alfa le molestaba aún más que la detestable sobradez que compartían todos los Park, y era ese irritante tono condescendiente que usaba cuando se refería a Jimin. Se notaba que Park Jae estaba acostumbrado a ver al omega rosa como si fuese la última mierda. Y Jungkook, por alguna razón, en cuanto escuchaba su voz llena de desprecio sentía retortijones en la tripa.
No es para recordar la banal sílaba que apenas abandonó la boca de Park Jae. Con el pelo negro erizado de nuca a cola, Jungkook deseó hincar los dientes en aquel omega hasta descubrir el color de sus huesos.
Cuando Jae notó un cosquilleo punzante cerca de su yugular, reculó rápidamente, ladeando el cuello para salvarse. Si bien sus cervicales crujieron dolorosamente por el rápido movimiento y sus músculos se quejaron de mejilla a espátula en un tirón horroroso, el omega logró zafarse del ataque mortífero perdiendo tan sólo unas pocas gotas de sangre. Era la primera vez que Jungkook lograba alcanzarlo, y el inopinado pavor empequeñeció al fin las pupilas engreídas de Park Jae.
El alfa, envalentonado, no dudó en atacar de nuevo. Pero uno de los lobos guardas logró frustrar el segundo intento, interponiéndose velozmente entre él y su amo. Le aventó un cabezazo y mientras sus ojos se iban momentáneamente en blanco, de la lengua mordida de Jungkook brotaron perlas de sabor metálico.
Rememorando suplicios de la última misión, el cerebro del lobo negro se despegó de sus paredes y rebotó dolorsamente dentro su cráneo.
El lobo lacayo le peinó la espalda de un zarpazo como un peine de púas sobre la carne. Por suerte, la piel gruesa de doble alfa le protegió, atorando las garras e impidiéndoles avanzar mucho en su desgarro. Entonces Jungkook se volteó, le propinó al lobo un golpe poco calculado y saltó hacia atrás para recuperar distancia.
ESTÁS LEYENDO
EL OLOR DE LOS JILGUEROS
Fanfic+18 - BTS - OMEGAVERSE - KOOKMIN / NAMJIN / SOPE El origen del conflicto entre las opuestas manadas de Geum y Cheonsa se remonta a siglos atrás, pero las recientes heridas abiertas entre las familias líderes de ambos territorios tienen a todos sus h...