Kim Taehyung.
En unas horas, las once letras de peleado anonimato serían escritas en mayúsculas bien claras al pie de la lista de lobos más buscados de tanto Geum como de Cheonsa. A pesar del antagonismo que caracterizaba a las manadas, el odio que se había ganado a pulso de sus dos líderes había superado incluso a su desavenencia. Ambos estaban de acuerdo en que Kim Taehyung merecía sufrir un castigo por sus actos deshonrosos.
Por su lado, el señor Park había sido decepcionado demasiadas veces por el pusilánime beta quién, a pesar de recibir más oportunidades que nadie por la casi cariñosa indulgencia de sus años de relación, al final no había sido capaz de serle útil en absoluto.
En cuanto a Kim Namjoon, el líder de Geum no necesitó más que su primer encuentro para tacharlo como individuo.
Porque, se puede argumentar que Taehyung reaccionó demasiado tarde. Pero al menos lo hizo. Y, remarcablemente, no en vano. Su presencia en el accidente fue decisiva para el futuro de nuestros lobos y la Península 4 entera.
Jeon Jungkook había apuñalado con un pedazo de cristal roto a su mejor amigo de la infancia. Jin, a quien acababa de conocer pero parecía estar de su parte, se lamentaba por la situación y sus decenas de heridas, allí tirado sobre el mismo asfalto al que había caído el cuerpo exánime de Park Jimin. Él, Tae, permanecía de pie, un poco alejado del resto, tieso a más no poder. Por un buen rato, no fue capaz de hacer otra cosa más que observar horrorizado cómo se desenvolvía el fatídico encontronazo.
Era la segunda vez que veía a Jimin perder la vida frente a sus ojos.
Y, tal y como ocurrió en la ocasión anterior, un rayo de lucidez le empujaría a no permitir que la sangre derramada cumpliera su fin.
Sus dedos paralizados por la poderosa influencia de Kim Namjoon se descongelaron uno a uno con un pequeño crujido allá donde se juntaba cada huesecillo. De un manotazo de desmedida fuerza, logró taparse la nariz y la boca y, poco a poco, recuperar escalonadamente el sentido. Qué injusto, pensó, era caer bajo la dominancia de las intensas feromonas de un líder cualquiera, a pesar de no haber formado parte jamás de su manada.
Las suelas de sus zapatos se separaron del asfalto después de un interminable minuto clavadas en el sitio. Su cuerpo al fin despierto, nadie le miraba cuando dobló la primera rodilla.
Salió disparado.
Arrugando feamente su caro calzado, pasó por al lado de Namjoon como una corriente desagradable. El alfa fue sorprendido de soslayo por una estela azul que no logró atrapar con las manos.
Entonces, en la agitación de la carrera, Taehyung levantó una pierna y pateó la cabeza de Jungkook. Aún de rodillas en postura de derrota, el lobo negro recibió el golpe y cayó de lado contra la carretera. Cuando empezó a sangrar profusamente por su sien raspada, abrazó a la inconsciencia que ennegreció su vista y lo escoltó lejos de allí.
Tae no tuvo tiempo de recular y preocuparse por su amigo; a duras penas era consciente de lo que acababa de hacer o de lo que pretendía con ello. Aunque sí se detuvo un momento para estudiar cómo recoger el cuerpo de Jimin del suelo con la máxima delicadeza. Le agarró con un brazo la cabeza que se bamboleaba y con el otro el revés de las rodillas. Lo alzó despacio, como un cuenco que pudiera rebosar. Se empapó de sus lágrimas y su sangre brillante. Con los ojos cerrados, el omega convulsionaba quedito, cada vez con menos energía. Taehyung besó su frente. Le pidió perdón, aunque el otro no le escuchase, y le juró que no volvería a ser un lobo débil ni originar su dolor.
-Quédate quieto donde estás, beta. -le amenazó el rugido de Namjoon mientras intentaba volver a atarle con su influencia.
Al respirar la nueva oleada de aroma denso y mareante, Taehyung se limitó a levantar la cabeza y desafiar con la mirada al líder de Geum. Acto seguido, cogió una gran bocanada de aire hasta embadurnarse con sus aborrecibles feromonas todo el paladar. Con ellas llenándole la boca, hizo gárgaras mezclándolas con flema y escupió. El moco salpicó el rostro del líder, cuyo cabello se erizó entre el inmenso asco y la atrevida ofensa.

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EL OLOR DE LOS JILGUEROS
Fanfic+18 - BTS - OMEGAVERSE - KOOKMIN / NAMJIN / SOPE El origen del conflicto entre las opuestas manadas de Geum y Cheonsa se remonta a siglos atrás, pero las recientes heridas abiertas entre las familias líderes de ambos territorios tienen a todos sus h...