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Buenas cachorras!<3

Hace un par de capítulos dije que estaba un poco en la caca, ¿No? Pues... Ahora soy una montaña de estiércol :,D)

Numu-nim dice que no me tengo que disculpar por cosas que yo no puedo controlar así que NO PEDIRÉ PERDÓN pero chi diré qui mi sabi muy mal tenerus esperandu... TT

En fin, NO SUFRÁIS MÁS. EL CAPÍTULO DE HOY PROMETE TRES COSAS:

1- NO MÁS LÁGRIMAS (staystar va por ti)

2- Hacer justicia a su nombre

3- ???

Espero que os guste!!!!

PD: pssst en el servidor ( https://discord.gg/u4ZJ2Trz ) está el adelanto desde hace dos semanas...

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El universo sacudió la madrugada del equinoccio como un edredón recién descolgado del tendedero, venteado bajo las estrellas y planetas alineados, perfumado con un olor fresco y apacible. Las nubes violetas dejaron caer su peso suave sobre las miradas adormiladas de los lobos que esperaban despiertos o desvelados a acurrucarse en su calidez. Dichos y dichosos animales remolonearon con gozo en sus camas y nidos bajo la caricia liviana y envolvente. Bostezaron somnolientos y comodones, entrelazadas sus patitas a las de sus amantes.

Pero no parecían encontrar una postura ideal, sintiendo sus propios huesos clavarse en sus costados y caderas. Eso los volvió más revoltosos, e incluso y se dieron alguna que otra patada. Dieron vueltas bajo la manta de amanecer, con cuánto más Sol algo más sofocante. No había cara fría en la almohada. Alargar el piececito no parecía suficiente para alcanzar el frescor más allá de aquel edredón asfixiante. Las pieles y los pelajes se perlaban de sudor. Los párpados pesaron febriles, las naricitas se humedecieron y las lenguas comenzaron a jadear. Algunos sintieron una presión incómoda en sus vientres, otros un vacío insaciable.

Jackson Wang contrató los servicios de la agencia de lobos de compañía. No para él, hombre felizmente casado, sino para su amigo de otras tierras; un lobo tozudo y vanamente fiel, que conocía lo suficiente para saber que, por despecho, sería un irresponsable y trataría de pasar aquella fecha aislado de cualquier contacto. Algo, si no imposible, demasiado duro como para quedarse de brazos cruzados.

Kim Namjoon se conmovió por el considerado esfuerzo de su amigo así que, por no ser desagradecido y por acallar el hambre de sus bajos, se acostó con el omega enviado por el servicio.

O, al menos, eso intentó.

Kim Seokjin estrenó, por primera vez en su vida, un protector de glándula especial para periodos de celo. Era uno de máxima seguridad: con doble recubrimiento, atado por un exasperante juego de gafetes. Había necesitado ayuda para ponérselo, y desde entonces sólo pensaba en cómo se lo iba a quitar. Le rozaba en la nuca y el estrujamiento de toda la zona de sus hombros empeoró significativamente el calor agobiante que le enrojecía las orejas. Pero toda protección era poca si pretendía acostarse con un lobo desconocido. Una alfa, en este caso. El algoritmo de la página web la había emparejado con él. Ella era una sangre minoritaria de Daia, tenía un trabajo más que digno en una sucursal bancaria y, aunque su rostro era del montón, su destacable buen gusto al vestir la favorecía mucho. Seokjin se acostó con ella.

O, al menos, eso intentó.

Una conversación sin palabras entre dos lobos muy heridos bastó para tapiar la única vía de escape rápida a saciar el hambre abrasadora de sus cuerpos. A escondidas de las conciencias humanas, y a sabiendas de que ellos también sufrirían el inevitable calor solitario y desgarrador, el lobo platino y el lobo esbelto se pusieron de acuerdo para imposibilitar aquellas uniones que, sin su consentimiento, profanaban el acto reservado al pacto sagrado entre los dos.

EL OLOR DE LOS JILGUEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora