¿Cuál es la mañana más mágica sino aquella que no conoce la prisa? La tierra fragante es tibia a los pies de la cigarra madrugadora y los tallos tiernos crecen con el color del jade. El aire límpido ensancha los pulmones de las pequeñas criaturas y los rayos del sol no queman mas besan los capullos de las flores. Una mañana así es maravillosa, pero el gato tricolor aún no lo sabe porque él todavía duerme.
Park Jimin se encontraba en un duermevela agitado. Sus pupilas se sacudían detrás de los párpados cerrados y el sudor se condensaba bajo las sábanas. Quiso moverse pero no pudo, y en ese momento temió estar atrapado en un terror nocturno.
Había sufrido muchos despertares similares; garganta seca, músculos paralizados, sus ojos sellados a las cuencas amarillas de un demonio parado de cuclillas sobre sus pies. Con los miembros tullidos anclados a la cama, era testigo obligado de la sonrisa maligna que deformaba el rostro del espeluznante ser cornudo. Su fétido aliento era de hielo y ceniza y sus dientes parecían volverse cada vez más largos y retorcidos. Sus desalmados ojos viperinos le aterrorizaban hasta por fin despertar de verdad.
Pero aquella mañana fue, ¿Cómo decirlo? Mágicamente distinta. Al abrir los ojos, sus iris oscuros fueron anegados por las primeras luces y todos los demonios en su cabeza fueron consumidos por la claridad desapareciendo como filamentos de oropel. Si no se podía mover, era porque un brazo pesado lo rodeaba. Contra su cuello desprotegido rompían olas de ronquidos suaves. Le recorrió un escalofrío, pero de esos agradables.
El cuerpo de Jeon Jungkook, poseedor de un robusto aroma a alfa, invadía su lado de la cama. Tranquilo como si fuera costumbre, el alfa durmiente le abrazaba por detrás y le compartía su calor junto al calmo ritmo de sus pulsaciones. Jimin se vio tan sobrecogido por la agradable calidez que sus mejillas se encendieron.
Sí es cierto que solían dormir juntos en el sofá o incluso recientemente compartían el colchón, pero sólo al acostarse en su forma de lobo se acurrucaban uno con el otro, ya que a sus estados salvajes no les daba reparo compartir afectividad. Permitir que sus cuerpos de humano se tocasen, empero, era traspasar un límite diferente. No obstante, como Jimin se sentía muy a gusto, no se molestó.
Al cantar un gallo lejano, Jungkook se removió fastidiado y estrechó al omega contra él. Opuesto a en sus pesadillas, Jimin quiso acallar al animal plumado para poder estirar los minutos pasados en aquella apacible comodidad.
Por el resto de la mañana, quería dejar que todo su cuerpo se sintiese infinitamente mimado por el abrazo de seda candente: su espalda acomodándose al torso del alfa, que respiraba plácido en sus sueños, la mano grande que le rodeaba hasta posarse sobre su pecho, la nariz que le hacía cosquillas entre los pelos de la nuca, sus piernas ligeramente entrelazadas y...
"Oh, cielos".
Algo más se tocaba.
El omega debatió internamente si debía escapar de aquella caricia tan seductora pero pronto su razón dimitió y, en vez de dejar que corriera el aire o simplemente quedarse quieto, se arrimó incluso un poco más.
El tierno abrazo se convirtió en un suplicio tentador. El lívido ausente tras la puñalada volvía de sopetón con cada latido, con cada respiración entrecortada, con cada pequeño movimiento que le recordaba la presencia del alfa en aquella cama.
Su corazón raudo zumbó en sus oídos como un abejorro en la miel.
En un respingo de cordura, Jimin quiso huir, pero su escasa voluntad no fue rival para los brazos corpulentos del alfa, que acercaron sus cuerpos de nuevo.
Jimin tragó saliva y el sudor trepó hasta su cuello. Le gustaba sentir la cosa de Jungkook contra él.
El lobo rosa de su interior se despertó desorientado por los latidos atolondrados del humano. Valga decir que su presencia, bravía por naturaleza, no ayudó. Ahora no le bastaba el roce placentero; ahora quería la cosa dentro de él.
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EL OLOR DE LOS JILGUEROS
Fanfic+18 - BTS - OMEGAVERSE - KOOKMIN / NAMJIN / SOPE El origen del conflicto entre las opuestas manadas de Geum y Cheonsa se remonta a siglos atrás, pero las recientes heridas abiertas entre las familias líderes de ambos territorios tienen a todos sus h...