#17

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El piso de Seokjin ponía a prueba su espacioso salón acogiendo a todo un corro de lobos, aglutinados alrededor de la mesita de café. Moonbyul, los soldados Doyeon y Yugyeom y Jungkook se apelotonaban en el sofá mientras Seokjin ocupaba el sillón usualmente de Namjoon. El líder era el único ausente en aquella reunión.

En llamada, Min Yoongi les hablaba de la marcha repentina de Sana y el descubrimiento de cierto mensaje extraño.

-Repite, a ver. -pidió Doyeon, subiendo a su juicio el volumen del teléfono.

-Pino, alto, ciento cuarenta y seis, dos mil treinta. -enunció Yoongi, deteniéndose en cada sílaba para proyectarlas con claridad.

Esas eran las cuatro palabras sin cohesión aparente que el omega había descifrado en la nota de la papelera. ¿Estaba seguro de que lo había leído bien? Por más que la tradujera una y otra vez, no llegaba a una conclusión distinta.

-¿Será un acertijo? -propuso Yugy.

-¡Oh! -dijo Jungkook- ¿Jin, no tenías tú un libro de enigmas que el otro día estaba leyendo Namjoon? Tal vez nos ayude...

-No seas tonto. -desestimó el beta- Ese es un libro de lógica. Si esta frase estuviese en clave, necesitaríamos uno de criptología.

-Yo que sé... -bufó el alfa con un puchero.

-Tiene que ser un odónimo. -dijo Moonbyul muy convencida- Veinte y treinta es la hora.

-¿En cristiano por favor? -pidió Doyeon, y Jungkook le secundó.

-Una dirección. -aclaró Jin- La citan a las ocho y media en algún lugar.

-Ah~ Podría haberlo dicho así... -masculló la soldado.

Moonbyul cogió el teléfono y, con cuidado de no colgar la llamada, abrió la aplicación de mapas en línea y escribió las palabras descifradas. El rápido Internet de fibra de Jin les trajo una localización en cuestión de milisegundos.

-Et voilá. -exclamó la loba satisfecha- Calle Pino Alto, número 146. Zona este de Daia, casi a tocar con la frontera de Cheonsa. Según esto... ¿Una nave de reciclaje? Está en un polígono industrial...

-Bandas callejeras. -relacionó Jin automáticamente- Los polígonos industriales son zonas a las afueras de la urbe pero fácilmente accesibles por cualquiera, de noche hay poca iluminación y apenas cuentan con presencia policial. Tendría sentido que Sana fuera a una pelea allí, ¿Verdad, Yoongi?

Tras rumiar brevemente, el omega le dio la razón. Parecía que era verdad eso de que el Frente de Luseu había sucumbido a los trapicheos de las bandas y sus peleas de poca monta.

-No deberíamos darlo por sentado. Una pelea callejera raramente tendría una hora de inicio. -se atrevió a opinar Yugy- Podría ser desde infiltración de mercancías para el Frente de Luseu como una reunión de altos cargos fuera de rango de interceptación Park. ¿Deberíamos ir a asegurarnos?

Los lobos se quedaron en silencio, vacilando sobre si las palabras del soldado eran acertadas.

Todos menos unos.

Aunque él también aguardaba en silencio, Jeon Jungkook en realidad había dejado de prestar atención a la conversación. Su cabeza se había quedado unos diálogos atrás:

"Calle Pino Alto, 146", pensó Jungkook, tan abstraído en sí mismo que no se daba cuenta de que el culo inquieto de Doyeon lo iba tirando fuera del sofá. "¡Es una dirección! ¿Y si es dónde está Jimin?". Debía averiguarlo. Buscó la dirección en su propio teléfono y guardó en favoritos la ruta que la aplicación le recomendaba.

EL OLOR DE LOS JILGUEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora