El jefe supremo de la mafia Italiana

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Espero les guste y si es así por favor ayúdenme con sus votos, no soy muy buena hablando italiano se una que otra cosa asi que me ayude un poco de un traductor. Nos vemos en la próxima actualización)

Adriano.

Salgo de ese cuarto de limpieza y camino rápidamente hasta llegar al estacionamiento.

-¿Nos vamos?-pregunta Roth y asiento.

-Yo conduzco-hablo serio y el solo obedece, sabe que cuando quiero manejar es para tratar de calmar mis ataques de pánico.

Si algo he tenido claro es que las mujeres solo sirven para tener sexo y nada más, pero esta chica Aiyana tiene algo diferente que aunque la quiera tratar como una más del montón no puedo algo en mi se niega a tratarla mal, no voy a negar que me sorprendió que piense que Michelle sea mi novia y tal vez si me causo gracia el pensar que ella estaba celosa de ella pero en primera no tenía por qué estar celosa ni al caso ya que ella para mi es solamente una empleada más de mi restaurante o bueno gran parte de este, pero el caso es que no sé porque tuve la necesidad de decirle que no lo era.

Por unos segundos cuando la tuve cerca su fragancia inundo mis fosas nasales y tenerla tan cerca al extremo de que nuestras respiraciones se mezclaban se sintió extrañamente bien y a gusto, pero algo dentro de mí se aceleró y aunque me costó zafar mi brazo de su cintura lo hice.

-¿Dónde vamos?-pregunta Roth desde el lado del copiloto, niego con la cabeza.

-No sé, pero solo quiero manejar hasta que mis ojos pesen.

Sigo manejando y todo está en absoluto silencio, Roth ni siquiera me dirige la palabra y es algo que agradezco, ya el sol se está ocultando y nos paramos al frente de un lugar muy bonito que se ve como se oculta. Bajamos del auto y me siento encima del capo de este, rio con nostalgia y Roth aprieta mi hombro dándome fuerzas.

-¿Te acuerdas cuando mi papá me traía aquí cada vez que lloraba para salir?-pregunto y él se ríe también.

-Como olvidarlo recuerdo que tu padre dijo que un día de esos te iba a dar una paliza por hacerlo salir casi todos los días a ver el atardecer-habla y él se pone a lado mi cruzando sus brazos.

-Lo extraño-hablo y en estos momentos me siento vulnerable, mi padre fue el mejor padre del mundo para mi así lo fue, nunca me alzo la mano, nunca me maltrato, para mí, si fue el mejor padre del mundo.

-Adriano ya está anocheciendo es mejor que nos vayamos-habla y volteo a verlo confundido, por un momento me perdí en mis profundos pensamientos-mañana tenemos que ir al laboratorio para hacer la prueba con un drogadicto y si todo sale bien la próxima semana empieza a salir al mercado y Anfetamina 2.0 será el bum del mundo-habla y mi mente procesa todo lo que me acaba de decir Roth.

Esta vez él es quien maneja hasta la casa yo solo me dedico a sumergirme en mis pensamientos, en mis momentos vividos con mi padre, en mi infancia tuve puros buenos recuerdos tanto con Nora que con mi padre. Mi papá la mayor parte del tiempo se pasaba de viajes o trabajando pocas veces lo veía con alguna mujer.

-Adriano...llegamos-habla Roth y miro a mi alrededor, ni si quiera me había dado cuenta de que ya hemos llegado a casa.

No paso por la cocina a saludar a Nora como de costumbre, solo subo a mi habitación, no me encuentro bien desde el encuentro un poco incomodo con Aiyana me siento vulnerable y siento que hasta a mi me dolió al decir que ni siquiera yo me quiero, aunque en gran parte es verdad, no le temo a la muerte nadie me lloraría, nadie notaria mi ausencia, pero en fin no puedo dejar que nadie me mate porque soy el jefe supremo y si me quieren joder pues la tendrán muy complicada.