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STOP: Antes de que empiecen a leer por favor ayúdenme con su votación es muy importante para mi, para ver si el libro está teniendo apoyo o no...Pues nada... a leer. Besos

Adriano.

Los rayos se cuelan por las rendijas de la ventana, parpadeo varias veces y me doy cuenta de que no duermo en mi habitación, la mía no tiene un ventanal ni mucho menos una ventana, cuando duermo me gusta hacerlo a completas oscuras, por elegí que sea sin nada de ventanas.

Intento incorporarme de inmediato, pero entonces siento un cuerpo cálido a lado mío, mi brazo rodea su cintura, suspiro como un puto adolescente, es Aiyana. MIERDA.

Estoy durmiendo con Aiyana, bueno, aunque fuera más cómodo dormir sin ropa pero claro está que no ha sido así.

Me acomodo de lado y empiezo a hacer pequeñas caricias en su cabeza, se remueve un poco, moviendo su culo hacia atrás.

Mujer no me lo pongas difícil>>pienso.

Sigo en mi labor de acariciar su cabello. Huele tan bien que me podría quedar toda la vida aquí como perro. Nunca había dormido así con una mujer, aparte de que con ropa claro está, nunca le había hecho estas caricias a ninguna mujer y es jodidamente bien, escucharla como respira con tranquilidad, sin temores a nada.

Una vibración me hace salir de mis pensamientos, es mi celular. Maldigo.
Es un mensaje de Dante.
Dante:
Necesito más de tu droga hermano, Rusia la está recibiendo muy bien y ya se nos está acabando las reservas que tengo en bodegas.
Yo:
Primero Buenos días idiota y segundo tengo poco material por lo que he estado distribuyendo en mis tiendas pequeñas y a los demás países...tengo pendiente por hacer mi primera entrega de Anfetamina 2.0 en Colombia, ¿cómo la ves?

Dante:
Te veo bien viejo, ya estás en las grandes ligas siendo distribuidor de todo el país.


Yo:
Detesto que hables y escribas así, siempre he estado en las grandes ligas al igual que tu cabrón, mejor déjame descansar.

Dante:
Tu nunca descansas ¿Acabas de terminar de follar? QUE ASCO.

Yo:

Métete tu lengua por el culo o métela en una vagina y deja de joder. ADIOS.

Dejo el celular sobre la mesa de noche y me exaltó por la voz femenina que habla:

-¿Qué hora es?-pregunta ella adormilada moviéndose. Joder.

-Buenos días mujer, son más...-miro la hora en mi reloj de mano. MIERDA-son las 9 de la mañana-me restriego los ojos y cuidadosamente quito mi brazo para incorporarme.

-Yo...lo siento...-me mira avergonzada por el brazo enredado en su cintura, juego con una sonrisa.

-No te preocupes eh...vamos a desayunar-la invito y ella se quita las sábanas de encima quedando sentada encima de estas.

-Me cambiaré y bajo, deberías hacer lo mismo-me queda mirando un poco avergonzada...¿Acaso no quería dormir conmigo?

Niego. No voy a llenarme la cabeza de cucarachas, claro que quería dormir conmigo de lo contrario no me lo habría dicho. Malditas hormonas.

-Si claro...de hecho iba a decir eso...nos vemos abajo-salgo de la habitación con la cabeza un poco revuelta.

Me decido en inspeccionar los trajes de baño que tengo y escojo uno, hace buen sol y tengo tiempo que no me relajo en la piscina de mi casa. Entro a la cocina y visualizo a Aiyana riéndose de algo que le comenta Roth, cuando voltea a mi dirección porque lo ha hecho mi mano derecha sus mejillas se pintan de rojo, su mirada desciende por todo mi cuerpo y queda justo en mis abdominales.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora