El jefe supremo de la mafia Italiana

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HOLAAAAA, POR FAVOR VOTEN MUCHO POR LOS CAPITULOS...NO DIGO MUCHO AQUI ARRIBA YA QUE TENGO ALGO QUE CONTARLES AL TERMINAR EL CAPITULO ASÍ QUE NADA A LEERRR.....

Aiyana.

-Creo que deberemos contratar mas gente para cuidarnos-opino mientras terminamos de desayunar.

-O tal vez que te mudes sería una mejor opción-asiento comiendo un poco de fruta.

No he vuelto a ver a Adriano desde hace un mes y medio y mi embarazo no se nota, he tenido miedo de ir donde mi doctora.

Fabrizzio por más que me dijo que le pidiéramos gente a Roth me negué no quería nada que tenga que ver con Adriano, si Fabrizzio se quedó fue porque me tiene mucho cariño y nos hemos unido mucho, además me dijo que le daba completamente igual si Adriano se cabreaba por dejar de trabajar para el, en el fondo Adriano se sentiría mas tranquilo que Fab estuviera aquí conmigo.

-Oye por cierto...-traga lo que masticaba-deberías ir al doctor-me señala la barriga-tienes que saber como está ese bebe, ¿lo piensas abortar?-pregunta preocupado y con tono triste.

-No lo se Fab, no quiero darle la vida que lleva Adriano, no quiero que mi hijo sea el punto de mira de los enemigos de su padre jamás me lo perdonaría-asiente-hoy agendaré para el viernes.

***

Llego al consultorio de la Doctora Adamaris.

-Buenos Días Aiyana ¿cómo te encuentras? -pregunta amablemente sentada detrás de su escritorio, mis manos no dejan de temblar-veamos en el sistema para que apartaste cit...-no termina de hablar cuando se acerca exageradamente a la pantalla de su computadora, tal vez es para asegurar que está leyendo bien-¿Un aborto? Aiyana ¿Quieres abortar? -pregunta realmente sorprendida, ella me conoce desde que me bajo mi primera vez, es de confianza.

-Es es-se me quiebra la voz-ese es el problema...que no se quiero tenerlo-confieso y ella se levanta para sentarse a lado de mí.

-¿Porque? Cuéntame sabes que todo lo que pase aquí es confidencial-asegura y suspiro.

-El hijo que espero es de un Capo de la mafia-la reacción de la doctora es sorprendente porque no se inmuta ni nada solo suspira-no quiero darle una vida como la que tiene Ad...como la que tiene el, no quiero darle un nuevo capo a Italia y a Sicilia-ahogo un sollozo, ella me toma de la mano-yo...yo lo amo pero nos hacemos mucho daño cuando estamos con la cabeza en caliente y no quiero que nuestro hijo cometa los mismos errores que nosotros cometimos...-intento hablar pero no me salen las palabras.

-¿El ya lo sabe? ¿Su padre?-pregunta y asiento con la cabeza-¿Que opina al respecto de esta situación?-pregunta, a veces ella hace el papel de psicóloga y por eso la adoro siempre me da buenos consejos.

-El no lo acepta, o más bien me dio un ultimátum o lo tengo y seguimos la relación o lo aborto pero el y yo nunca nos conocimos...si mi hijo un día me pregunta y papá, dónde está? Que le responderé yo...que está matando que...-no puedo terminar

-¿Quieres mi opinión?-asiento-No lo hagas, no abortes a esa pequeña criatura...te hablo como una amiga y una madre, no como doctora-peina mi cabello con su mano-yo no tuve tu mismo caso, pero mira ahora tengo mis dos niñas sanas y salvas, el que un día fue mi esposo yace 3 metros bajo tierra, a veces mis hijas me preguntaban dónde estaba papá y yo solo les dije una vez que Dios lo llamo porque necesitaba un ángel más-mira a otro lado recordando-cuando mi hijas tuvieron la edad suficiente les conté a lo que realmente su padre se dedicaba, primero llego la etapa de negación, ellas tenían sus recuerdos bonitos con él así que les costaba creer que su padre era un sicario-no puedo evitar sorprenderme por lo que me dice la doctora-poco a poco fueron asimilando la verdad y la triste realidad de su padre, ella prefieren tener los buenos recuerdos con su padre y están en todo su derecho de recordarlos así ¿porque te cuento todo esto? Porque cuando yo me entere que tendría a mis dos hijas unas semanas antes me había enterado lo que hacía Richard pero decidí tener a mis hijas porque a pesar de que su padre tenía enemigos sabía que el las protegería de cualquier peligro, el de la puerta para afuera era el sicario más temido de nuestro pueblo en ese entonces pero de la puerta para adentro era un padre amoroso y un esposo el cual nunca se atrevió a alzarme la mano-me regala un fuerte abrazo y se lo agradezco porque de verdad lo necesitaba-¿sabes cuantas semanas tienes?-niego-entonces vamos a hacerte un eco si después de ver a esa pequeña criatura decides abortarlo pondré todo en marcha y todo quedará dentro de estas cuatro paredes.