43. Salvaré a mi hijo

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ADRIANO

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ADRIANO.

La fiesta estuvo a toda madre, todos bailamos, gozamos, hasta lloramos. Mishelle se llevó hace 2 horas a todos los pequeños a dormir, Aiyana ha querido tomar pero claramente no ha podido por el embarazo, sin embargo ha pasado tomando agua con gas para engañar sus ganas de tomar alcohol.

La fiesta solo se llevó a cabo con toda mi familia por temas de seguridad. Eso no quiere decir que nuestras fotos de la boda no saldrán en la portadas de todas las revistas, soy un hombre muy codiciado y esta noticia será el boom.

=¿Qué piensas?-la voz de Aiyana me saca de mis pensamientos. De fondo empieza a sonar
"todo cambió-Cámila" tomo su mano y la invito a la pista. Sus brazos reposan sobre mis hombros mientras que mis brazos la abrazan por la cintura. Empezamos a movernos con la melodía y solo me dedico a observarla.

Y fue tan fácil
Quererte tanto
Algo que no imaginada
Fue perderme en tu amor
Simplemente pasó
Y tuyo ahora ya soy

Canto las líneas sin dejar de mirarla, veo sus ojos cristalizados.

-Sé que no soy un hombre de demostraciones pero has sacado todo lo que una vez juraba jamás hacer-susurro y ella ladea la cabeza sin dejar de perder el contacto visual. Las luces baja y nuestra familia nos ve bailar en la pequeña pista-la palabra te amo no abarca todo lo que siento por ti mi vida-mi voz se debilita-jamás pensé ser tan feliz como lo soy ahora mismo contigo-su mano llega a mi mejilla y limpia la lágrima que se ha escapado.

Antes que te amé más
Escucha por favor
Déjame decir que todo te di
Y no hay como explicar
Pero, menos notar
Simplemente, así lo sentí

Bailamos despacio pegados, sintiendo demasiado en este momento. Y no hablo lascivamente.
No puedo explicar todo lo que esta mujer me hace sentir, es una explosión de sensaciones.
Jamás me hubiera visto en este escenario, bailando con una mujer que llegaría amar sobre todas las cosas. Ella es mi calma dentro de toda una tormenta. Es mi extintor cuando estoy prendido en fuego. Es mi gasolina cuando me quedo sin combustible para seguir. No soy de palabras románticas y ella lo sabe, le he enseñado mi versión real, mi lado más vulnerable y no me arrepiento porque ella ha sido la cura para mis enfermedades, la curita para mis cicatrices.
Con ella todo es más fácil, me puedo estar ahogando y ella sería mi salvavida. Sencillamente ella es mi cable a tierra.

Tal vez ella no lo sepa pero me ha salvado muchas veces.

Es mi razón de existir. Ella y mis hijos, y en esas dos palabras "mis hijos" incluyo a Alexander porque ese pequeño inocente no tiene porque pagar todo el error de sus padres.
La música cambia y las demás parejas se ponen a bailar a nuestro alrededor.
Aiyana se siente muy cansada por lo que pide retirarse, casi una hora más tarde todo se acaba y todos nos vamos a nuestras habitaciones a descansar. Ha sido mucho por hoy.
Se quita los tacones y la ayudo con la parte trasera del vestido, se queda en ropa interior y se acuesta en la cama esperando por mí. Me quito toda la ropa quedándome solo en boxer
Me acuesto a su lado, podríamos tener sexo ahora mismo pero ambos estamos agotados y no es que no tenga energía para tomar a mi esposa, la tendría aún así pero se que en su estado ella desearía descansar y quisiera tener otro tipo de intimidad con ella. La tomo de la mano y la arrastro hacia mi dejando su cabeza sobre mi pecho y su pierna se mete entre las mías.
-Te amo-susurra y se acurruca quedándose dormida en cuestión de minutos.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora