El jefe supremo de la mafia Italiana

15. PRIMER GOLPE.

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Aiyana.

Salgo de la ducha y Bratt aparece con la toalla en la cintura. Lo miro por el espejo y me abraza, siento todo su paquete chocar contra mis nalgas.

-Te sentí muy tensa en la cama mi amor, ¿todo bien?-pregunta y me besa el cuello.

-Todo esto me tiene muy tensa Bratt, ¿eso quiere decir que estuve mal en la cama?-me volteó y su toalla queda por nuestros pies. Sonrió antes de besarlo con pasión.

Se que lo que diré es un pecado y muchos me podrán llamar loca, pero como quisiera que en lugar de Bratt esté Adriano.

No se qué me está pasando, pero no me lo puedo sacar de la cabeza, y es que la conversación que tuve con el de nuestro posible futuro juntos me carcome porque quiero mucho a Bratt y no quisiera hacerlo sentir mal o que piense que Adriano es mejor que él.

Cada uno tiene lo suyo y cada uno me enamora de cierta manera, pero si me ponen a elegir entre los dos no dudaría ni un solo segundo en elegir a Adriano.

-Desquítate conmigo mi amor-me sube al lavamanos y me saca la toalla dejándome completamente desnuda ante el-saca toda esa tensión conmigo. 

Me besa en los labios y de inmediato le abro la boca.

Lo beso con lujuria y mis manos recorren sus brazos fuertes y ejercitados, siento como su mano le da atención a mi botón hinchado y lo masajea en forma circular, ahogo un gemido contra sus labios y mis ojos se encuentran con los suyos.

-Di que eres mía-tiro mi cabeza hacia atrás y disfruto de sus toques mágicos-dilo por favor-susurra en mi oído.

-Soy tuya, pero por favor no me tortures más-siento como guía la punta de su polla abrir mis labios vaginales y se va hundiendo poco a poco haciéndome sentir placer-ahgggg...-se hunde por completo en mi y boto todo el aire que tenía contenido en mis pulmones. Comienza a moverse dentro de mi de manera delicada y poco a poco va aumentando la fuerza, mis uñas se clavan en su espalda y el gruñe en mi oído haciendo que mi piel se estremezca.

-Eres arte mi vida-susurra en mi odio y yo solo me dedico a gemir mientras sus estocadas me llenan de placer. Mis piernas comienzan hacer fuerza por cerrarse pero él las sostiene, toma mi mentón y me mira con completa lujuria-no dejes de mirarme-ordena y no puedo evitarlo cuando nuestras carnes hacen un sonido cada vez más fuerte haciendo que mi orgasmo llegue pronto-no dejes de mirarme-me vuelve a decir pero es imposible cuando mi cuerpo empieza a temblar, las estocadas de Bratt son profundas y sin ningún tipo de tregua así que siento como mis paredes vaginales se contraigan y presionen su pene.

Bratt gruñe y ambos llegamos a nuestro orgasmo, sale de mi y su semen chorrea en mi vientre. Junta su frente con la mía y nuestras respiraciones se mezclan.

-Fue...algo muy fuerte-habla el y yo solo sonrío. Nos quedamos varios segundos callados y empiezo a sentir un silencio incomodo.

-Si, bastante-lo hago a un lado y me bajo del lava manos aún con las piernas temblosas por todo lo que pasó.

-¿Todo bien?-pregunta el un poco desconcertado por mi actitud, volteo y le sonrío.

-Si todo bien, solo que estoy chorreada y me quiero volver a duchar...podrías traerme la toalla por favor en lo que me baño-no espero respuesta y abro la regadera para poder sacarme todo los líquidos de mi cuerpo producto a nuestros orgasmos.

***

Llega el día de la reunión con todos y me siento un poco nerviosa por el acompañante que llevo pero ese no es quien realmente me preocupa, sino la actitud que vaya a tomar Adriano al verlo nuevamente.