El jefe supremo de la mafia Italiana

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Adriano.

Salgo del elevador y lo primero que veo es el rostro de mi secretaría.

-Buenos días señor ya lo están en la sala de junta número 2-me sorprende ya que siempre se usa la sala de juntas principal, ella parece notar mi pregunta en mi rostro porque se aclara la voz-la sala principal está en mantenimiento y para mejor comodidad está la secundaria-asiento y el doy las gracias.

Antes de pasar a la junta entro a mi despacho a ver algunas carpetas con nuevas distribuciones y nuevas rutas, el conocimiento amplio que tiene Aiyana me dejo con mucha curiosidad y me puse a investigar mas sobre las rutas y más que todo las posibles vías de escape por alguna emergencia como sucedió ese día que gracias al universo ella nos ayudó.

Llego a la sala de juntas y todos se ponen de pie con respeto.

-Buenos días, gracias tomen asiento por favor-lo hacen y segundos después los imito-bueno que es lo que pasa...los escucho-me cruzo de brazos dejando de lado las carpetas para cada uno de los capos.

-Jian nos está echando el agua puerca porque alguien le exploto sus laboratorios hace un par de semanas-comienza hablando Kacper. Asiento.

-Fui yo-tomo la palabra-yo lo hice porque tiene que aprender que con mis rutas nadie se mete, anteriormente él había tomado mis rutas para comenzar a distribuir su mercadería y si talvez me hubiera pedido acceso a ellas se las hubiera concedido y nada de eso hubiera pasado pero como siempre el puto chino quiso hacer lo que se le dio la gana...si en la ultima junto quise darle o pensé en darle un puesto nuevamente en la organización en estos momentos no, porque tiene que aprender a tragar lo amargo, ¡Señores todo acto tiene consecuencias conmigo y en todo sitio!-hablo fuerte y ellos asienten dándome la razón-que bueno que lo entiendan de la mejor manera...en estás carpetas de aquí hay rutas de escape por si en alguna ocasión tenemos problemas con el FBI u otro personal del gobierno de otro país, con mi presidente tengo un acuerdo y es que en mi ciudad...en mi país no hay muerte ni terrorismo, la droga que se distribuye en los mercadeos es de consumo libre, nadie es obligado a hacerlo por lo tanto si hay muertos en mi ciudad más que todo no será por asesinatos o ajustes de cuentas...no se si ya me han conocido lo suficiente desde que tome el puesto de mi padre pero siempre señores, siempre he tomado la parte del acuerdo por voluntad propia ahora que si la persona no quiere llegar a un acuerdo o lo hace a las malas o simplemente lo quito de mi camino, porque les digo esto porque necesito que cada uno de los jefes que están sentados aquí hablen y lleguen a un acuerdo armonizado con cada uno de sus gobiernos, sindicatos como quieran llamarlos para así poder seguir trabajando con tranquilidad-hablo y todos se quedan unos minutos analizando la información que les acabo de dar.

-Por mi parte yo tengo un laso con mi presidente y toda la asamblea, de hecho, lo concreté cuando nos diste el territorio de Mongolia a Kacper y a mi-habla desde su asiento Mirko, asiento.

-Muy bien...la finalidad de estos acuerdos es para no perder mercancía y que los malditos de la DEA o el FBI nos respiren encima, ustedes saben que la creación de los "fármacos" nos cuesta mucho dinero, químicos, asistentes, laboratorios, personas que empiecen a producir la droga y cosas más-unos asientes mientras otros no dejan de revisar las posibles rutas de fuga en caso de emboscada-tengo otra cosa que informarles-hablo y tomo una bocanada de aire.

-Perdón por interrumpir pero en la puerta está el señor Trish dice que tiene tratos con usted y dijo que formaría parte de la organización...¿Lo hago pasar señor?-mi asistente espera respuesta, hasta que asiento todos me quedan viendo.