El jefe supremo de la mafia Italiana

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Adriano.

-¿Las tienes?-asiente y me entrega la funda.

-¿Qué pasa si está embarazada?-pregunta Roth tan nervioso como yo.

-Si su decisión es no tenerlo se lo voy a respetar Roth-sus ojos se abren como platos-no puedo obligarla a tener un hijo que no quiere, no quiero que ese niño sufra lo que yo sufrí por mi madre-el asiente triste-si lo llega a abortar Aiyana del Monte y todo a su alrededor desaparecerá de mi mente y haré como si nunca ha existido-no digo nada más y voy directo a la habitación-toma aquí están, hazte dos para descartar algún error-estira la mano para que le entregue la funda pero la dejo en el lavabo de su baño.

Me siento en la cama y ella se encierra en el baño. Miro hacia el techo y dejo que las lágrimas desciendan.

¿En que momento me volví tan vulnerable? ¿En que momento se me hizo tan fácil llorar? No lo entiendo, o bueno si. Ella, es mi única respuesta, me ha hecho ser más humano a tener más sentimientos.

De tan solo pensar que dentro de su vientre crece un hijo mío, un bebé que nació de nuestro amor, de nuestra relación se me revuelve todo por dentro. Si hubiera sido otra mujer la obligaría a tener y la tendría encerrada para que tenga a mi hijo y después deshacerme de ella pero este no es el caso, Aiyana tiene propia voz y propio voto y si ella no lo quiere tener respetaré su decisión pero si ella toma aquella decisión para mi está completamente muerta y nunca existió para mi.

Pasan alrededor de 10 minutos cuando ella sale llorando con las dos pruebas en mano.

Ya está la respuesta con su reacción, me pongo de pie y me las extiende, las tomo y mis manos tiemblan al ver las dos rayas en las dos mierdas esas.

Espera un hijo mío, nuestro.

-Yo no...

-Se cual es tu decisión-me alejo de ella- fue un gusto haberte conocido Aiyana, de hoy en adelante no te conozco y nunca apareciste en mi vida...-un nudo en la garganta empieza a aparecer-gracias por aparecer en mi vida, tendrás tus cosas aquí mañana en la mañana, Fabrizzio seguirá siendo tu guardaespaldas solo por seguridad hasta que acabe todo con Nikolái después te buscarás la vida-la miro sin emoción alguna-si quieres vengarte de el estás sola, yo solo pelearé con el para salvarle el culo a mi mejor amigo-camino hacia la salida susurrando algo que nunca me atreví a decirle... "te amo"

MIERDA.

Nunca se lo dije pero ella ya sabe que la amo, se lo he demostrado. Roth me mira y yo solo sigo como robot hacia el auto.

-Llévame a mi sitio-sabe a donde me refiero porque no dice nada más y conduce.

Mi hijo, nuestro hijo.

Todo dentro de mí está ardiendo y me está doliendo de una manera que jamás pensé sentir, ya no la tendré más en mi vida, todo se acabó.

Llegamos al sitio donde mi padre me llevaba cuando era chico, al frente del mar. Salgo del auto y respiro hondo intentando mantenerme fuerte, pero me es imposible cuando Roth aparece a mi lado.

No puedo más.

Caigo de rodillas en la tierra con piedras y me da igual si me lastimo, prefiero mil veces el dolor físico que emocional, Roth mira las pruebas en mi mano y me las quita para verla.

-Está esperando un hijo mío-mi voz se quiebra y mi hermano se arrodilla junto a mi-n-no lo va a tener...y no puedo obligarla porque...¡porque la amo! ¡me enamoré como un imbécil de ella sin saber las consecuencias!-mi hermano me lleva a su cuerpo y me arrulla-va a matar a nuestro hijo, lo hicimos con amor, deseo y pasión...no lo entiendo.