El jefe supremo de la mafia Italiana

4. Creo que la reunión se fue al carajo.

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NOS VEMOS ABAJO GUAPOSSSSSSSSSS....

Aiyana.

Los días habían transcurrido normal, Bratt estaba un poco enojado conmigo por mi irresponsabilidad de que me pase algo estando borracha, dice el que gracias a su futuro socio llegue con bien a su departamento.

Luego de una sermón al día siguiente los días corrieron normal, por mas que intento recordar la cara del tipo que me ayudo no la logro enfocar en mi mente.

-Jefe permiso, está todo listo para su reunión importante-aviso a mi jefe y el asiente con una sonrisa nerviosa, nunca lo había visto nervioso por una reunión para cerrar algún negocio.

-Muy bien, por favor estar atenta al teléfono de su oficina por si necesito que me lleve algún papel adicional-asiento-la recepcionista será quien los reciba y los guie por el momento tu parte ha terminado aquí...si todo sale bien les juro que les subiré un 10% el sueldo-sonrío.

No es que necesite el dinero pero no viene nada mal para lo que estoy reuniendo a futuro por alguna emergencia o algo, nunca me gusta que me tomen desprevenida.

Me entro a mi oficina y sigo revisando archivos y almacenando carpetas con nuevos tratos que la empresa ha cerrado esta semana, justo estoy por pedir un café a la chica de cafetería cuando la puerta de mi oficina se abre.

-Hola-saludo y el se acerca hasta quedar tras mi escritorio, se acerca un poco y me besa.

-Buen día princesa, ¿ya fuiste a ver tu auto a la discoteca?-pregunta tomando asiento en la silla que está al frente mío.

-Si lo fui a ver ayer con Mishelle, gracias por preguntar...¿tu vas a estar en esa reunión?-pregunto, aunque lo convencí de que si asista este chico de un momento a otro puede cambiar de opinión.

-Por desgracia sí, tengo casi la mitad de las acciones de la empresa y tanto mi presencia como mi firma es importante estar en esa reunión...es un cierre de negocio muy jugoso cariño y no podemos desaprovechar esa oportunidad-habla y asiento-de hecho hoy podrás conocer a mi socio que fue el que te llevo a mi habitación del hotel-comenta.

-Ah...¿Cómo se llama?-ese día estaba tan cruda que ni siquiera me dio por preguntarle como se llamaba su socio.

-Adriano-mi piel se despeluca al escuchar ese nombre de sus labios-viene con su hermano y demás socios-aclara-cuando termine la reunión te lo presentaré-asiento con una sonrisa un poco forzada.

La reunión ya ha empezado y mientras termino mi café finalizo el poco trabajo que tengo, hoy mi hijo tiene cita medica y no quiero llegar tarde.

La curiosidad me puede y llamo a la extensión de recepción.

-¿Aún sigue la reunión?-pregunta a mi compañera.

-Si y te morirías si vieras los papacitos de hombres que llegaron-gime por el teléfono-están para comérselos, lastima que el más importante ya tenga esposa.

-Deja de ser tan guarra y me avisas apenas terminen que tengo que salir a una cita medica con mi hijo.

-Vale te aviso-cuelgo.

Han pasado dos horas y los nervios me pueden.

¿Tan jugosa tiene que ser esa sociedad para que se demoren tanto tiempo?

Tengo un poco de sueño por lo que me arrullo en la silla cuando estoy por soñar escucho mi teléfono chillar.

-Dígame-hablo con voz soñolienta.