7. Nueva convivencia.

1.5K 107 22
                                    

Adriano.

Jamás la dejaría que se quede sola de nuevo.

-No se si se bueno o malo pero sigo amando a esa mujer desde el día uno así que por tu bien cuídala como si fuera tu propia mujer, si algo le llega pasar a ella te lo juro que me muero-mi tono suena suplicante-prométeme que cuidaras de ella.

-Te lo prometo-cuelgo y me encamino al avión. Stephania me mira con los brazos cruzados.

-¿Es un dolor de cabeza, no?-pregunta sarcástica y resoplo colocándome el cinturón de seguridad.

-Como no tienes idea...pero me gusta como actúas en frente de ella-tomo su mentón y la atraigo para dejar un beso en sus labios.

-Como le jode que sea tu esposa-ladeo la cabeza-al final los dos siguen teniendo esa conexión-la miro sin entender-Adriano por favor, con una sola mirada se entienden a la perfección son tal para cual...todos ustedes tienen buena conexión con ella y no me podrá agradar mucho por el hecho que te abandonó pero es una chica muy guapa y claramente demasiado imponente...tienen el mismo carácter por eso chocan tanto-sonrío sin que se de cuenta porque en el fondo tiene razón.

Así como complementamos a la perfección también chocamos demasiado, ambos tenemos nuestro carácter fuerte y por lo que veo, ese mismo carácter ha endurecido más y me pone caliente de verla así.

Me acomodo mi entrepierna y logro cerrar los ojos para poder conciliar el sueño.

En la noche después de haber desempacado, no quise hacer mucho me sentía cansado y no encontraba razón por lo que me duché con agua helada y me coloque un pantalón de algodón.

Al acostarme mi esposa hace lo mismo y su cabeza reposa sobre mi pecho que está descubierto.

-Anoche dormiste como un bebé-comenta y se por donde va eso, suelto un largo suspiro-ahora que lo pienso desde que llegamos allá o mejor dicho desde aquella noche en la discoteca que la viste duermes de los más placido...ya no tienes pesadillas-alza un poco la cabeza y niego.

-No se por dónde vas sinceramente.

-Sabes bien a donde quiero llegar...de alguna manera ella ha calmado tu interior-pone su mano en mi pecho-¿Por qué yo no?-siento un nudo en la garganta.

-Steph...-intento advertir pero me interrumpe.

-Yo te he dicho que te quiero como amigo pero me duele un poco que lo que yo he intentado hacer en años ella lo pueda lograr en días después de todo-por primera vez la observo desde que inicio está conversación.

-La amo Stephania...ha pesar de toda la mierda que pasé estos años, verla de nuevo como tu lo haz dicho ha calmado mi interior y no me pidas una explicación por que no la tengo ahora ni tal vez nunca -acaricio su mejilla-pero por eso no quiere decir que vaya a volver con ella...te hice una promesa y la voy a cumplir...no la pienso tocar-ella me sonríe.

-Si en algún momento no eres feliz dímelo...

¿Como decirle que soy el hombre más infeliz desde que ella se fue de mi vida? No podría hacerle eso a ella.

Me siento una mierda por ello.

-Buenas noches Stephania-beso su coronilla y ella deja un beso en mi pecho.

-¿Ya llegó?-pregunto terminando de comer la manzana.

-Si, llegó en la madrugada-informa Roth-Se quedarán en...-lo interrumpo.

-Que se deje de maricada y que venga a la casa de seguridad, hay gente cuidándonos y allí tenemos todo lo que necesitamos para enfrentar a esas ratas asquerosas-hablo mientras termino de firmar unos documentos.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora