25. Cara a Cara

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PRIMERO: ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO...VOTEN POR EL Y ABAJO LES DEJO UN ESCRITO.

ADRIANO.

Estamos sentados cada uno en una equina de la sala cuando escucho la puerta de mi despacho abrirse. Ni siquiera miro, pero escucho las risas por lo bajo, me pongo de pie y levanto la cabeza.

-¿Qué van hacer a la final?-pregunto con las manos metidas en mis bolsillos. Mi hermano es quien habla.

-Que te lo diga ella, nosotros no estamos autorizados a dar ese tipo de información-lo dice de forma burlesca que lo único que me provoca es darle un puñete y que se deje de payasadas.

-No estoy para estas jodidas bromitas...¿Cuál es el plan? .Dante golpea a Roth para que deje la payasada y se para en frente mío.

-En unas horas les pasaré donde será el encuentro y bueno ella ya te explicará como vamos a trabajar para mañana-mi ceño se frunce.

-¿Cómo que mañana?-pregunto confundido.

-Ah si, mañana es el día del encuentro-ahora el que habla es Roth, lo miro sin entender nada-entre más rápido mejor dice aquí nuestro socio confiamos todos plenamente en el de que planeará todo de la mejor manera además esa mujer está mas que protegida con todos nosotros ¿no es así?-pregunta Roth y Roller asiente con una sonrisa de orgullo.

-¿Para todo esto y Bratt, donde está?-no quiero creer que se ha quedado adentro pero es más que obvio, no hay otra salida en mi despacho. Bueno si la secreta pero esa nadie la sabe solo mi hermano y yo.

-No se, parece que tenían cosas que hablar esos dos y se quedaron allá adentro pero tranquilo que no follarán-intento irme en contra de Roller pero Dante me detiene.

-Joder que no sirves para aguantar unas bromitas-se queja Roller y mis ojos blanquean.

-Y si te digo que tu mujer se quedo encerrada en un despacho con un hombre que hace unos meses se follaba a diario, te pregunto ¿te gustaría esa idea?-veo como su coraje sube hasta su cabeza y niega tensando tanto como puede su mandíbula.

Todos se van y a los minutos sale Bratt con una sonrisa de oreja a oreja y detrás de el sale mi mujer, esta me mira y se despide de su amigo, ex lo que sea y este se va.

Intento irme para la cocina pero mi mujer me toma del brazo y me detiene, quiero decirle cuanto la detesto por el temperamento que tiene pero su accionar me frena. Me empuja contra uno de los muebles de la sala y caigo sentado en menos de dos segundos la tengo a ella encima de mi, se frota contra mi y ese movimiento hace reacción en mí en cuestión de segundos.

-¿Qué haces?-pregunto cerrando los ojos cuando siento sus labios besar lentamente mi cuello.

-Quitándote un poco de estrés-habla y me besa, recibo gustoso su boca y mis manos van directamente a su culo, aparentándolo ganándome unos gemidos sobre mi boca. Podría tenerla aquí toda mi vida y jamás me cansaría de ella. Siento como su mano baja y busca con desespero desabrocharme el pantalón y sacar mi miembro, por el contrario arranco las tiras de su vestido que son finas y dejo al aire sus tetas, las miro como si fueran minas de oros y tomo una con mi boca mientras que la otra le doy atención con mi mano y le doy uno que otro peñizco en el pezón.

Jadea sintiendo mis fuertes succiones, saca mi miembro. Hago a un lado su ropa interior y ella es quien ubica mi cabeza en su entrada, no doy tiempo que tome aire y entro de una sola estocada. Un grito ahogado sale de su garganta y la empiezo a embestir.

Su cuerpo se acopla al mío y ambos tienen el mismo ritmo, beso sus pechos mientras ella tira su cabeza hacia atrás para seguir brincando encima de mí veo como sus tetas rebotan levemente en mi cara y no me quejo en lo absoluto.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora