40. YA LO SABIA!

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Aiyana

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Aiyana.

Intento mantener la calma pero me es imposible al haber tenido a la maldita de Nessa en frente mío, cuando me enteré por medio de los escoltas solo quería salir de ahí e irme directo a la oficina pero la emboscada que le estaban haciendo a Darcy nos obligó a escabullirnos en el hospital y poder salir ilesas.

Kaín al parecer tiene ojos en todos lados porque a pesar de que el hospital estaba siendo resguardado por la misma seguridad del presidente esa gente supo infiltrarse sin que nadie lo note, hasta hace unos segundos.

-Hay movimiento extraño en la planta 5 en las salas de recuperaciones-escucho el radio de uno de los guardias, miro hacia todos lados y empiezo a desconfiar de todo el que trabaje allí-desplieguen a la seguridad en el piso y que todos sean requisados para la protección de la señorita Darcy por orden del señor Ferrara y su hermano-miro a uno de mis guardaespaldas que toma su arma y le da aviso a nuestra demás gente.

-Que nadie entre a la habitación, pide a uno de tus hombres que traigan ropa de enfermera para Darcy la sacaremos ahora mismo-me mira serio.

-Pero señora la señorita Darcy aún no está recup...-lo callo de inmediato con mi tono elevado de voz.

-Te di una orden así que cúmplela si no te las quieres ver conmigo o peor aún con Adriano, quieren matar a Darcy y no lo vamos a permitir ahora ella es familia ¿entiendes o te lo dibujo? -asiente nervioso. Entro a la habitación y veo a Darcy dormida.

-Lamento despertarte bella durmiente pero te quieren matar y no lo voy a permitir así que levanta tu culo-está desorientada, me acerco a la mesa donde están las cosas que usan las enfermeras, tomo un pedazo de algodón con alcohol y le quito la intravenosa, le coloco una cura quitándole cuidadosamente las cosas que tiene pegada al pecho. La ayudo a sentarse y reviso su herida, está bien al parecer.

-Que sucede-veo que hace una mueca de dolor.

-Me está regresando el dolor de la herida-rebusco entre las medicinas y encuentro algunos analgésicos, le entrego dos con un vaso con agua. El guardia llega con lo que le pedí y ayudo a Darcy colocándose la ropa de enfermera, veo sus cicatrices pero no digo nada sin embargo siento que se tensa al darse cuenta que me percato en las marcas de su cuerpo.

-Mi historia es triste Aiyana...cuando no hacia lo que Nikolái me pedía me azotaba hasta hacerme sangrar, claro que no me golpeaba los brazos porque no quería que los demás de nuestra organización supieran que sufría de maltrato ya que si solo daba una orden podían matarlo-parece leer el interrogante en mi cara-no daba tal orden porque el tenía secuestrada a mi madre hasta que un día mi madre sufrió de un paro cardiaco-se le quiebra la voz y termino de ayudarle con la blusa.

-Todos tenemos un pasado triste y fuerte pero eso solo nos tiene que hacer más fuerte-recalco y le entrego un moño para que se recoja su melena-ahora movamos el culo que vienen por ti-le entrego un arma y mi gente ya nos está esperando.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora