El jefe supremo de la mafia Italiana

8. Noche de revelaciones.

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Aiyana.

Entro a la casita y me acerco a la cocina para mojarme la cara con agua helada y poder calmarme.

Ver ese puto polvo en el escritorio y más que todo verlo con la mirada casi perdida por la droga me dolió el corazón, nunca pensé verlo en aquella situación. Una vez el mismo dijo que tenía una regla oro y era que por más rodeado que estés de droga si la creas no la consumes y vaya que le falló a su regla oro.

Escucho que la puerta se cierra y estoy por replicar pensando en que es Adriano pero la figura de Nora me hace calmarme.

-¿Quieres cenar mi niña?-niego rodeando la isla y sentándome en una de las sillas altas-anda te serviré un poco para que llenes la tripa...no has probado bocado desde que llegaste-no me niego más y veo como me sirve un poco de verduras en un plato con lo que parece ser pollo a la plancha y una porción de arroz.

Me pone el plato en frente y como poco a poco.

-¿Todo este tiempo se ha pasado consumiendo?-pregunto con un poco de pena y miedo a que me reproche que eso es mi culpa.

-Si...el primer año no, se pasaba bebiendo en la discoteca y se metía a esas peleas de muerte-niega con la cabeza-ya los siguientes años empezó a consumir su propia droga pero Roth se dio cuenta y le prohibió que consumiera su propia droga ya que eso era una ley que el mismo puso...sin embargo ya su cuerpo se había acostumbrado a esa porquería y pasaba días tirado en la cama porque su cuerpo le pedía consumir y aunque el pensaba que solo era para despejarse la cabeza termino siendo un adicto...el lo podrá negar pero es un adicto a las drogas, más bien me sorprende que antes de que llegarás no había vuelto a consumir o al menos no lo había notado-me mira y parece notar mi culpabilidad-no mi niña esto no es tu culpa, puede que si lo haya echo desde que te fuiste de su lado pero eso no quiere decir que el no sabia en lo que se metía...Adriano ya cumplió sus 30 años y sabe lo que está bien y lo que no lo está-asiento y como más de mi plato-la verdad pensé que te irías a tu departamento-la miro sin entender lo que dice.

-Lo puse en venta desde que me fui-explico y ella niega-¿Qué? No entiendo-digo y ella suspira.

-¿Tu si recibiste el dinero pero nunca te llegaron los papeles para firmar el cambio de propietario, verdad?-asiento-nunca se vendió...Adriano dio la orden que te enviaran el dinero como un comprador anónimo pero en realidad fue el quien te lo compro y bueno no ha cambiado nada...todo sigue igual en ese departamento...

-¿Cómo? ¿Me estás diciendo que Adriano compró el departamento en el que yo vivía hace 5 años?-asiente-¿Por qué hizo eso?-dejo mi plato de lado y tomo un poco de agua para procesar esa información.

-El lo compró meses después que te fuiste...hubieron muchos compradores pero Adriano dio una cifras que demás personas jamás darían y pues cada que se drogaba o cuando no quería meterse esa porquería iba a tu departamento y allí se pasaba días-se me viene una pregunta dolorosa.

-¿El...llevaba a su esposa a mi departamento?-no voy a mentir tengo miedo de la respuesta que me pueda dar la nana de Adriano.

-No, el respeta mucho ese espacio, es más allí el no consume...cuando había días que se daba cuenta que no estaba bien que su cuerpo le pidiera en exceso droga tu departamento era su refugio, el jamás ha llevado a Stephania a ese sitio y ella tampoco le prohíbe hacerlo...decía que cuando iba a tu espacio se sentía cerca de ti y que se sentía seguro de estar allí-su voz se quiebra-el ha sufrido tanto Aiyana que en parte no logro entender porque te fuiste, cuando desde el principio el fue completamente honesto y transparente contigo-agacho la mirada.