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STOP: Antes de que empiecen a leer por favor ayúdenme con su votación es muy importante para mi, para ver si el libro está teniendo apoyo o no...Pues nada... a leer. Besos

Adriano.

JODER.

Tomarla va a ser muy complicado, siempre he considerado un hombre muy rudo en la cama, no me he medido y tengo miedo no hacerlo con Aiyana.

Me quede un petrificado cuando me dijo que la tomara, que la haga mía. Tengo miedo no pienso negarlo porque Aiyana ha sacado una parte de mí que jamás la había visto ni si quiera mi progenitor y me da pavor tener esa necesidad de tenerla siempre junto a mí, de prácticamente depender de ella emocionalmente.

Algo que debo rescatar es que he conocido sentimientos que jamás creí poder sentir ni mucho menos tener.

Me gusta, tendré que aceptarlo tarde o temprano, solamente pongo trabas al tema pero siendo sincero me gusta Aiyana, su carácter, su lado inocente que me provoca cosas dentro de mí, cuando se cabrea, su manera de comprenderme pero sobre todas las cosas su forma de leerme, ella puede lograr ver a través de mí, cosas que nadie las ha visto, ella nota y ve cuando estoy frágil cuando sale el niño en mi interior...aquel niño que le hizo falta el amor de su madre, el niño que desde que fue abandonado por su progenitora, teme que los demás hagan lo mismo que hizo ella.

Hacía Aiyana soy totalmente transparente, soy yo o bueno eso quiero creer.

-Adriano-un susurro en mi oído hace que vuelva a la realidad.

-Mhmm-ni siquiera soy capaz de hablar.

La beso con delicadeza como si fuera a romperse, mis manos toman vida propia colándose por la apertura de su pierna.

Al rozar mis dedos con la tela de su ropa interior automáticamente se ensancha una sonrisa en mis labios, esta tan mojada que si la tomara ahorita no hubiera problema al entrar en ella.

-¿Puedo?-pregunto y ella me mira deseosa-¿puedo arrancar estas hermosas bragas?-mi voz está mas ronca de lo normal.

-S-son nuevas...mejor sácalas-le cuesta tanto hablar por la excitación que corre por sus venas, mis labios toman nuevamente los suyos y le arranca un jadeo que es ahogado con mis besos-pero...

-Te compraré muchos mas chica virgen-le saco una sonrisa por el apodo.

-Ya no seré una chica virgen después de todo esto-habla y sus mejillas se tornan de color carmesí cuando abro sus piernas dejando el descubierto su delicioso coño para poder tomarlo cuando desee.

-Para mí siempre serás la chica virgen-mis dedos abren sus pliegues para así poder tener mas acceso a su botón que está pidiendo a ruegos que sea atendido, lo estimulo con mis dedos de forma circular, Aiyana arquea la espalda y aprovecho esa posición para tomar uno de sus pezones duros con mi boca, juego un poco con mi lengua y succiono fuerte arrancando gemidos descontrolados de ella.

Mis dedos siguen haciendo su deber mientras yo le doy atención a las tetas de ella, llega un momento donde Aiyana no puedo mas y me jala ligeramente del cabello para poder besarme.

Su cuerpo tiembla bajo el mío, ella nunca ha experimentado nada de esto y no es por ser machista, pero es malditamente excitante saber que serás el primer hombre de alguien y la puedes tomar como se te de la gana.

Quiero que la que ahora es mi pareja sepa lo que es el verdadero sexo, todo lo que con lleva esa pequeña palabra, quiero que disfrute, así como también quiero disfrutarlo.

Dejo sus labios para ponerla de pie, tomo el vestido de ella y lo bajo para que queda en el piso, ella saca sus pies y la vuelvo a tumbar en la cama, dejo besos regados por todo su abdomen y este se contrae.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora