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Stop: Primero: Holaaaaaa; Segundo: Voten por el capitulo para ver si tiene apoyo esta hisoria de subidones y bajones; Y tercero: A LEERRRRRRRR:) 

Aiyana.

Estos meses tengo que admitir que Adriano no ha salido de mi cabeza, la última vez que lo vi no niego que me dolió lo que le dije, pero solo quise alejarme un momento de el, pensar con cabeza fría y estar tranquila.

Espere días para que me busque y arreglar la indiferencia algo que ya se nos había hecho costumbre pero nunca apareció en mi departamento, tal vez si se tomó enserió mis palabras y dolió saber que ya no lo volvería a ver más, no iba a permitir que Adriano le diga algo ofensivo o arme una escena de celos por una amistad...bueno es complicado.

Durante estos 4 meses casi ya 5 meses me he estado conociendo con Alex, deja y te pongo un poco en contexto.

El me pidió que nos conociéramos a la semana de lo sucedido con el energúmeno y fue algo que me tomó de imprevisto pero accedí porque no hay que negarlo es guapo, se lo ve un bien tipo, no estaría mal conocerlo después de todo estoy soltera.

Andréi es otro tema o más bien su mamá, la fui a visitar y estaba delicada de salud pero ella sigue haciéndose las quimios por pedido de su hijo único y por mi, le prometí ir una vez a la semana a visitarla ya que no podía más porque mi trabajo y mis estudios me lo impide mucho.
Por otra parte estoy feliz porque mis padres me vinieron a visitar como lo habíamos acordado, allí conocieron a Alex que ha decir verdad nada de eso estaba planeado, el lego de visita improvisada y no tuve más remedio que presentarlo.

Se le fue un poco la lengua al decir que nos estábamos conociendo, pero no lo culpo, quien no se pondría nervioso cuando mi padre se pone de detective.
Para el cumpleaños a Alex, le hice una cena y dijo que ya me podía casar según él, pero aún no busco esposo.

Por lo poco que he conocido de él, es un chico trabajador, pero cuesta un poco sacarle información sobre su vida pues no quiere hablar de su pasado. Básicamente ese ha sido mi vida desde que le di el ultimátum al Capo de Italia.

-Cariño estas hermosa hoy-susurra Alex a mi oído que se encuentra sentado a lado mío. Me invito al cine y la verdad no tenía ánimos de salir, pero no me acepto un no como respuesta.

-Gracias tu también estas chulísimo-pues no miento, viste de unos vaqueros y una camiseta Polo que se le nota sus brazos trabajados.

Llega un momento de la película que me aburre, ni siquiera la he podido escoger yo sino el. Mi respiración se corta cuando la mano de mi acompañante cae sobre mi muslo desnudo y lo aprieta suavemente, me remuevo un poco para que capte mi incomodidad, pero parece no notarlo, intento no prestarle mucha atención e intento concentrarme en la película pero me es imposible.

Me siento un poco más relajada cuando levanta su mano, pero no es para quitarla sino para subirla, todas mis alertas se encienden y mi mente mi pide a gritos que lo detenta o que salga corriendo, pero no puedo, me quedo pasmada mi cuerpo no reacciona y como detesto esto.
Tienes que ser fuerte, vamos ponte de pie-me aliento a mí misma. Suspiro profundo y me pongo de pie quitando su mano de manera brusca, el lo nota y no me gusta la sonrisa tiene en sus labios.

Salgo de la sala y siento pasos de alguien siguiéndome, no me detengo, lo único que quiero es entrar a un baño e intentar calmarme.

Esto miedo que siento es algo que me preocupa porque nunca lo había sentido, tal vez no lo ha hecho con mala intención, pero, joder, si lo tuvo que haber hecho con intensión de lo contrario no hubiera subido la mano.

Mis ojos arden, podré sonar muy dramática pero me siento asqueada por como su mano se posaba en mi muslo, respiro hondo y me armo de valor para salir.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora