El jefe supremo de la mafia Italiana

Cacería

 NOTA: ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO. NO OLVIDEN VOTAR PORQUE ESTOY MUY ENGANCHADA Y SUBIRÉ MÁS SEGUIDO.

Aiyana.

¿Ahora cómo se supone que le debo decir esto a Adriano?

El camino de regreso es completamente silencioso y lo agradezco por parte de mi acompañante porque estoy echa un lío en mi cabeza. Miro la pantalla de mi celular y veo varias llamadas perdidas de Adriano, pero he decidido ignorarlas, sin embargo, en la siguiente que entra mi papá se cansa de escuchar el celular sonar y decide el contestar.

Maldigo en mi interior.

-¿Qué sucede?-pregunta el serio, sigo con mi vista sobre la carretera de pronto siento tensión.

-Dame el celular-pido y pone el altavoz.

-Ambos te escuchamos-habla mi padre.

-Mi vida escúchame sé que estas cabreada pero escúchame, Kaín acaba de atentar contra una de tus fundaciones por lo que necesito que llegues a casa lo antes posible y levanten las paredes de hierro fundido para protegerlos a toda costa...yo estoy yendo directo al atentado con Dante y Enzo-habla un tanto agitado.

-Quiero ir yo-mi padre me mira negando.

-No irás, tienes que proteger a nuestros hijos y a tus padres cariño, en la casa está Roth Y Roller custodiando todo, por favor mi reina cuídate y llega lo antes posible-suplica y accedo, solo por mis hijos y mis padres que es mi deber cuidarlos.

-Lo haré, cuídate por favor...te amo con mi vida-siempre se lo digo, pero no me canso porque lo malo de estar en esta mierda es que nunca sabes cuando va a ser la última vez que se lo digas a la persona que amas.

-Yo también te amo mi reina, te amo con mi vida y todas las que tengo-tras eso colgamos y le informo a la seguridad que debemos acelerar y eso es lo que hacemos.

-La cacería ha comenzado papá-informo y en eso no miento. Kaín y Nikolái juntos, serán un enorme grano de culo para Adriano.

Llegamos a casa y apenas estamos dentro Roller da la orden a Gastón que las puertas de hierro sean alzadas y cubran ambas fortalezas, la nuestra y la de mi mejor amiga conjunto Roller.

-¿Todo bien aquí?-pregunto cuando veo a mis cuñados reunidos en la sala con gente de nuestra confianza trabajando en sus dispositivos y tenernos actualizados de cada movimiento que suceda allí donde está mi hombre.

-Con los pelos de punta- quien habla es Roller.

-Los niños ya están dormidos-la voz de Mer me hace girar y la veo asustada, me acerco a ella y la abrazo. Nunca le ha gustado esto, sin embargo, lo acepto por amor. Como yo.

-Tranquila que todos vamos a estar bien-intento calmarla.

-Yo no se defenderme...yo no se cómo podré proteger a mi hija y...-un sollozo se le escapa y Roller la mira sintiendo culpa pero niego.

-Después de esto te juro que te enseñaré a defenderte y a disparar, para que nunca nadie te ponga una mano encima-me mira-ni a ti ni a mi sobrina ¿estamos?-asiente con una sonrisa diminuta-entonces ahora te necesito fuerte y que estés al pendiente de cualquier cosa-asiente y se va junto a los niños.

Me acerco a uno de los hombres que está viendo todo en vivo y visualizo a Adriano junto a sus acompañantes viendo como todo se vuelve cenizas, miro todo el panorama y cuando veo algo al fondo mi corazón se detiene.

En ese momento es como si viera toda mi vida pasar frente a mis ojos.

-¡UN CELULAR! ¡LLAMEN A ADRIANO!-observo a los demás-¡AHORA MALDITA SEA!-veo como todos se mueven y me entregan un celular marcando al numero de mi hombre, quien contesta al tercer timbre.