Aiyana.
El regreso a casa es en completo silencio y lo único que puedo hacer es tomar la mano de mi esposo y acariciarla dándole fuerza de alguna manera. Su mirada está perdida tras la ventana de la camioneta. Roth lo mira por el retrovisor, pero solo niega mientras que Darcy también tiene la mirada perdida en la carretera.
Se sacó un peso enorme de encima al terminar con su tortuoso pasado que involucraba a Nikolái, aunque siento un vacío en el estomago por el final del hombre que me engaño y me usó a su antojo. Mentiría si dijera que no me afectó cuando me pidió perdón en un susurro, pero él sabía su final al meterse con la mafia italiana y aun así tomo aquel riesgo. El marcó su propio destino.
Llegamos a casa y todos tomamos caminos diferentes. Quisiera que Adriano se abra conmigo pero se que cuando está en este tipo de situaciones prefiere tener su espacio, por lo que desisto de la idea y me encamino al baño. Me saco la ropa y por unos segundos me quedo frente al espejo viendo mi silueta con la pancita abultada, la acaricio susurrándole que pronto nos veremos y que podremos estar felices.
-Podrías quedarme toda la vida aquí de pie observándote y no me cansaría de admirarte-habla desde el marco de la puerta. Está sin camisa y cruzado de brazos, mis ojos recorren todo se tren superior y me siento afortunada en tener a este hombre a mi lado. Camina hacia mí y se posa detrás de mi, nos miramos en el espejo y su pecho se pega a mi espalda mientras que su miembro que ya está duro y grueso roza me espalda baja. Apoyo mi cabeza en su pectoral y el posa sus manos en mi vientre mientras hace pequeños trazos con sus dedos hasta llegar a mis senos que los magrea de manera exquisita.
Jadeo y eso hace que lo encienda más como su toque hace que mi entrepierna se humedezca.
-Quiero que me hagas el amor-susurro y el sonríe con picardía.
-Lo iba hacer vida...solo quiero darte la previa-me voltea y me deja frente a él, con sus fuertes brazos me alza sentándome en el lavadero grande que tenemos en el baño, sus labios se unen a los míos y hacen un match perfecto, mis manos se enredan en su cabello atrayéndolo hacía mí. Despues de largos segundos su boca empieza a succionar y morder la piel de mi cuello, su camino va descendiendo y llega a los senos donde toma uno con su boca mientras que con su otra mano magrea mi otro seno. Arqueo la espalda dándole mejor vista y mis jadeos no se hacen esperar. Suelta uno y va por el otro.
Siento que tengo un hambre infernal de él, quiero que me tome, que se hunda en mí y poder sentirlo. Siendo uno solo los dos.
Abro mis piernas para él y se arrodilla ante mi.
-Siéntete privilegiada de tener al puto capo de Italia arrodillado ante ti-habla con la voz ronca mientras deja besos húmedos en las caras internas de mis muslos.
-Me sentiré más privilegiada cuando me hagas el amor-sonríe y se pierde entre mi sexo.
Arqueo la espalda y no puedo evitar gemir al sentir los lengüetazos que le da a mi sexo mientras que uno de sus dedos hace magia en mi botón hinchado, mis caderas se mueven pidiendo más placer y me lo da, pero necesito tenerlo dentro de mí.
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El jefe supremo de la mafia Italiana
RomanceDespués de la muerte de su padre, el se convirtió en la cabecilla de todas las organizaciones de la mafia, el jefe supremo, ninguna de las organizaciones lo tomaba enserio hasta que mato al jefe de la mafia Ucraniana, desde ahí se gano el respeto de...