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Aiyana.
Estas últimas 2 semanas han sido muy caóticos para mí, entre la universidad y las clases de defensa personal que me está dando Adriano personalmente, el aludido habló con mi jefe para que me de mis vacaciones adelantadas y por un momento pensé que me las negaría, pero estaba claro que con la autoridad que Adriano ejerce en el restaurante era un imposible que le dijeran "no".
Desde que hicimos el amor todo ha vuelto a la normalidad, primero no sabia como reaccionar ante el por lo que Adriano fue le primero por dar el paso, literalmente cuando llegué a su casa después de salir de mis clases de la universidad me planté en frente de él y no sabía cómo saludarlo...
Tu puedes guerrera...venga que a la final ya son pareja>mi empuja mi consciencia.
No estoy segura si lanzármele encima y besarlo, no se si solo saludarlo de la mano, cuando estoy por abrir la boca para saludar él se gira en su silla y se pone de pie mientras me queda viendo, siento que pasan años por lo que me tenso.
-No piensas saludarme como las parejas normales lo hacen-habla con un torno sarcástico que me transmite un poco de su tranquilidad. Me acerco y me pongo de puntillas para alcanzarlo y plantarle un beso en esa boca que hace demasiadas maravillas.
-Hola...lo siento es que no sabia como saludarte-agacho un poco la cabeza sintiéndome estúpida, el se ríe por lo bajo y tomo mi mentón con la yema de sus dedos y me obliga a mirarlo.
-Podría haber entrado y dicho "Aquí llego tu hermosa y sexy novia" y después de eso acercarte donde yo estaba, sentarte encima de mí y besarme, por ejemplo-me sonrojo y dejo otro beso en sus suaves labios.
Toma asiento en su silla y me jala quedando sobre sus piernas.
-¿Qué tal tu día?-pregunta mientras su mano acaricia mi cabellera.
-Bien todo normal pero ya me urge terminar con el entrenamiento y volver a mi trabajo...
-¿Acaso no quieres pasar más tiempo conmigo?-susurra a mi odio haciendo que todo mi cuerpo se despeluque.
-N-no no es eso-maldigo dentro de mi porque empiezo a tartamudear-solo que es mejor volver a mi vida normal, ya sabes, de la universidad a mi trabajo y de allí a mi casa-respiro profundo, pero Adriano me la pone muy difícil cuando empieza a besar mi cuello y se detiene donde seguramente mi pulso está por los cielos.
-A alguien se le ha acelerado las palpitaciones-sigue repartiendo besos y mis ojos se cierran disfrutando del momento.
Adriano es todo lo malo que puede haber en esta vida, pero no me arrepiento de estar con él, no cuando se ha permitido sentir por mi y trata de abrirse sentimentalmente hacía mí.
-Estoy un poco agitada eso es todo-intento restarle importancia a lo alocado que se encuentra mi corazón, lo tomo del mentón y le plantó un beso para que acabe con su jueguito de tira y afloja.
Su mano se posa en mi muslo y va subiendo poco a poco, emite un gruñido cuando sus dedos se cuelan en mi short y rozan la tela de mi interior que esta levemente húmeda, nos separamos un poco y sus ojos se han oscurecido más de lo normal.
Mi respiración se vuelve pesada.
-Te queda muy bien esta ropa para entrenar...pero ¿sabes qué? Te verías mejor sin ella-hace un lado mi braga y me arranca un jadeo cuando sus dedos encuentran mi clítoris.
Empieza a marcar el ritmo de sus dedos y nuestras miradas son profundas. Mis labios se separan y Adriano se abalanza sobre estos y los devora como un niño cuando devora su dulce favorito.
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El jefe supremo de la mafia Italiana
RomanceDespués de la muerte de su padre, el se convirtió en la cabecilla de todas las organizaciones de la mafia, el jefe supremo, ninguna de las organizaciones lo tomaba enserio hasta que mato al jefe de la mafia Ucraniana, desde ahí se gano el respeto de...