48. TÚ NO.

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Adriano

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Adriano.

-¿Cómo mierda sucedió esto?-hablo intentando no aniquilar a alguien de mi gente. Porque esto que ha pasado es inaudito-¡Nadie piensa hablar mierda!-hablo al frente de las filas de la gente que se supone que debe dar su vida por estas bodegas que son las más importantes del imperio Ferrara.

MI PUTO IMPERIO.

-Señor...no sabemos cómo se nos infilt...-no termina de hablar cuando camino hasta él y le rompo la nariz con un solo puñetazo. Cae de rodillas y veo como empuñas sus manos, más no hace nada porque sabe que eso solo le provocaría la muerte.

-Un puto infiltrado y nadie lo vio venir...mi pregunta aquí es ¿Cómo pudo haber un infiltrado si todo aquel que sea contratado tiene que pasar por un proceso con Roth y Fabrizzio? -coloco mis manos tras la espalda. No quiero seguir golpeando a la gente porque eso no me va a devolver los billetes que han sido robados y otros quemados.

No es que con este atentado me hayan dejado en banca rota, pero me jode que se hayan metido con algo que tanto como a mi y a mis antepasados nos ha costado casi nuestra vida y el sudor de nuestra frente.

Veo a Fabrizzio hablar por teléfono lejos pero no presto atención ya que sigo teniendo a los guardias en frente mío. Minutos después llega a mi lado.

-Lárguense a intentar salvar algo de mi puto imperio-se van de manera ordenada y me paso las manos por la cara frustrado. Debería estar en mi cama con mi mujer y no aquí arreglando lo que el hijo de puta de Kaín daña y jode.

-Roth acaba de poner explosivos dentro de sus bodegas y aquel que tan solo intente dar un solo paso en falso volaran en pedazos-habla y asiento-tengo otra cosa que decirte y no quiero que te vuelvas loco pero ella solo me pidió que te informara-me tenso al pensar que de quien me habla es de mi esposa.

Lo miro esperando una respuesta rápida.

-Dice que siente que algo anda mal-mi entrecejo de arruga al no entender-dice que todo esto no le da buena espina, aunque desde ya te digo que dejé un escuadrón frente a la casa para que los cuide mientras todos estamos afuera y...-mi celular suena y veo que es ella.

Seguro está nerviosa y prefiere comentármelo ahora. Contesto de inmediato.

-Amor est...-me corta con aquel grito que me cae caer de rodillas.

-¡LOS NIÑOS ADRIANO! ¡NOS ESTÁN BOMBARDEANDO! -siento que se detiene el mundo. Miro a todos lados y Fabrizzio me empieza hablar, aunque esté cerca es como si lo oyera lejos.

El animal que no se levantaba por años dentro de mi lo acaba de hacer ahora. Siento como todo dentro de mí se enciende como si fuera un hoguera que está prendiéndose a más no poder. Me pongo de pie y siento como mi sangre parece agua hirviendo.

-¡QUIERO A TODOS EN CAMINO A MI CASA DE SEGURIDAD!-grito y todos se quedan paralizados.

-Quiero que bombardeen todo lo que haya pisado Kaín las ultimas 24 horas-sigo hablando mientras tomo dos metralletas de una de las cajas de las bodegas-llama a Dekard ahora mismo-le hablo a Fabrizzio quien lo hace en dos segundos.

El jefe supremo de la mafia ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora