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—7 Diciembre 1890, París-Francia. Ópera Garnier.
Madame Giry estaba llegando a su oficina, después de pasar por el tocador femenino para hablar con las bailarinas sobre necesidades de higiene que ya hacían falta.
Enterándose de algunas faltas presenciales de algunas jóvenes.
Al cuestionar, sus compañeras legítimamente le decían que no sabían su paradero en toda la edificación, pero que igualmente les anotaran las compresas para su ciclo menstrual y más estropajos para uso íntimo.
Así que regresó, adentro dejo la lista en el escritorio próximo.
Suspiró de cansancio ya que hoy se la pasó de arriba a abajo con estos pedidos. Cuando en alguna esquina de su oficina se escuchó el chirrido de un peldaño, reconocía ese sonido.
Era de la pintura en la pared que Erik usaba para acceder al interior.
Rápidamente Giry giró al espejo más cercano, había estado por todos lados de la casa Ópera que ni se había detenido a inspeccionar su peinado, era una trenza que ajustaba su cabello a su nuca, pero para estas alturas del día, estaba con algunos cabellos fuera de lugar.
Los pasó a su melena como pudo a la vez que inspeccionó fugazmente todo su rostro. Fue en ese momento donde se percató que se le había hecho tarde, giró a su escritorio y no encontró por ningún lado lo que tenía que darle a Erik, fue su cumpleaños hace casi un mes, no lo había visto todo este tiempo, y al parecer, la vela en el faro no fue un mensaje claro de que necesitaba de su presencia.
¿Cuál era su motivo para no haber venido estos días?
-Irina
Le llamó esa voz desde su lateral, Erik llegó a ella.
-¿te enteraste que Messieurs Firmin y André desplazaron a Mademoiselle Daaé del protagonismo?
Al escucharle, varias cosas pasaron por su cabeza, todo menos la respuesta que él estaba buscando.
¿Por qué habla de Christine con tanta formalidad? ¿Mademoiselle Daaé? Ellos interactuaron personalmente, Erik se lo había confirmado al decirle que aquella noche que Raoul la buscaba, si, se encontraban juntos.
Más, ¿desde aquella vez, cuántas veces más se vieron? ¿O será que no se ven, por eso habla de ella como Mademoiselle ?
Además, ¿Cómo sabía Erik que Daaé tenía el protagonismo en la obra? Giry genuinamente pensaba que había sido por petición de Messieurs Firmin y André, algo en ella le estaba diciendo que ese pensamiento era erróneo, y que algo tendría que ver Erik en esto, tal vez en aquellas cartas que le entregó la última vez que se vieron. Y, ¿Cómo supo que fue desplazada?
Así que Madame Giudicelli si hizo algo al respecto con aquel par de viejos, aquel día que la vio.
-creo que si, pero ¿Qué tiene de malo?
Respondió, dándose cuenta que en Erik había una expresión de total inconformidad, su ceño fruncido era bastante constante en él, pero ahora era notorio la molestia, y hasta el agobio, podría atreverse a decir.
-las cartas, que te pedí que se las dieras, decían específicamente que Mademoiselle Daaé debía ser la principal, ese par de...
Lo sabía, Giry lo sabía, tenía algo que ver. IlMuto, era autoría de Erik, sí, pero algo creía que tal vez los papeles eran a criterio de los directores, en este caso Messieurs Firmin y André, eso pasaba con Monsieur Lefevre, pero claro, en aquel entonces, Christine seguía practicando con —su ángel de la música—
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The Phantom of the Opera||El canto del Ángel
Historical Fiction• 1890, París Francia Christine Daaé vive en la Ópera Garnier como una bailarina estrella, pero cuando el antiguo director anuncia su retiro, ella recibe una oportunidad de mostrar su talento, sin contar que llamaría la atención de su ángel personal...