¹|120

15 1 0
                                    




—24 Febrero 1892, París-Francia. Ópera Garnier.


Un día templado, Erik abandonaba el subterráneo con energía, estos días, desde que visitaba todas las noches a Christine, notó como su estado de animo era, especialmente bueno, podría llamarlo ¿felicidad? ¿plenitud?

Lo que sabía era que no quería abandonar a Christine ni una sola vez, eso lo tenía claro.

Caminaba con jubilo por las paredes estratégicamente diseñadas, por él claro, para tener visión de la Ópera desde diferentes alturas. Hoy, decidió echar un vistazo a las primeras horas del ensayo de su gran obra, —Don Juan Triomphant.

Que, a unos minutos de admirar la belleza de Christine al interpretar un papel que creo únicamente para ella, una sombra al borde del escenario, desde la lateral de su rango de visión, le llamó la atención a Erik, al tratar de verlo mejor, se trataba de un hombre que no conocía, cabello rubio algo rizado junto con una tenue barba. En ese instante lo perdió de vista...vestía de un verde albahaca y caminó por el borde del amplio escenario perdiéndose por la entrada a los pasillos laterales.

Curioso al no reconocer a ese hombre, ya que parecía muy bien saber a donde se dirigía, podría ser a los directores o maestros y maestros de los artistas, decidió investigar, ingresó por los pasillos escondidos en todas las paredes que tanto conocía.

Se asomó brevemente a la oficina de Messieurs Firmin y André, pero no había nadie. Al volverse a incorporar a los largos caminos ocultos, mientras seguía extrañado de la presencia de un hombre totalmente desconocido, decidió cruzar por encima de la zona de los tramoyistas, para poderle ubicar de nueva cuenta y seguirle los pasos, de verdad tenía que enterarse quien era, para determinar si era una amenaza...

-¿Sigue por aquí el oficial Lachapelle?- cuestionó un hombre a unos metros bajo los pies de Erik, captando su atención totalmente.

-parece que sí, pero no esta en uniforme...-respondió otro compañero. -ese oficial si es a lo que yo llamo un buen oficial, no como sus compañeros, su entrevista fue muy amena...

¿Entrevista? Erik, justo ahora entendía que ese hombre desconocido era un oficial de policía, por apellido Lachapelle, ¿por qué estaría aquí? ¿será...? ¿por...ese hombre que asesinó aquí en la Ópera? 

Si mal no recordaba, su nombre fue Esmurt Wilmot, ¿de verdad su muerte causó indignación y están resolviendo esto con la justicia?

Erik alzó la mirada y retrocedió unos pasos pensativo, ¿qué podría hacer al respecto con ese oficial Lachapelle? Se mantuvo en silencio, hasta que, recordó que podría consultarlo con Irina, si tal vez ella lo conocía o si no, podría ayudarle a investigarlo, sí...eso podía hacer.

Se demoró no más de 3 minutos en llegar a paso veloz a la oficia predilecta, pero...voces se escuchaban de fondo, decidió quedarse muy quieto antes de siquiera mover la pintura falsa, tal vez tomó a Irina en un momento de trabajo.

-bien, podemos irnos...-fue la respuesta de Irina.

-claro, la sigo- respondió una masculina voz que no conoció Erik, acto seguido, el sonido de la puerta cerrándose, pero, los segundos después, fue total silencio, no había indicio que Irina siguiera en la oficina.

Erik ingresó, encontrándose con lo obvio, una habitación vacía, bueno, tal vez Irina justo ahora tendría situaciones que atender, así que decidió abandonar el lugar y regresar más tarde, pero, al girar sobre sus pies, logró divisar un abrigo especialmente fuera de lugar sobre el sofá cercano de la sala.

The Phantom of the Opera||El canto del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora