Penny
-En mi clase, hay una sola regla: respeto- introdujo aún sonriendo- Lo que significa...- se bajó del escritorio y vino directo hacia mí- Ninguna demostración de afecto- miró los brazos de Gabe en mis hombros.
Desde que entramos, que me ha estado dando masajes, caricias o simplemente tocándome con cariño. Me encantaba que lo hiciera, pero me sentí avergonzada de que mí profesora lo remarcara y nos regañara.
Mí novio saco las manos rápidamente.
-No se come- golpeteó la mesa de Faith, que había abierto un paquete de nachos. Siguió caminado hacia atrás del salón- No se usan celulares- agarró el teléfono de Billy y lo dejó en la su banco boca abajo- No tengan la cabeza tapada sin necesidad- le bajó la capucha a otro chico del aula- Y no se habla mientras yo o sus compañeros estén hablando- chasqueó los dedos delante de dos chicas en el fondo que cuchicheaban.
Volvió a su lugar frente a su escritorio.
-Eso es todo, no veo que sea demasiado complicado respetarnos, ¿verdad?
Todo el aula quedó en silencio. Yo, honestamente, estaba muy sorprendida con la Señorita Evergreen, percibía una mezcla entre amabilidad y dulzura, con una exigencia justa, supongo. Había algo en ella que te hacía escucharla, prestarle atención.
Era también realmente hermosa, mí mamá, diría que tiene un estilo vintage y elegante. Tenía los labios pintados de rojo y podía notar una ligera sobra dorada en los ojos, que combinaba con su outfit perfectamente.
-¿Alguna pregunta hasta ahora?- miró al salón- ¿No? Perfecto, seguimos entonces- continuó- Mi clase es sobre leer, por lo tanto, no pueden aprobar si no leen. Aunque no lo quieran creer, no hay películas de cada libro y ninguna es una adaptación idéntica, para tristeza de todos los lectores- explicó.
Tenía autoridad, bastante. Intimida, pero al mismo tiempo, transmite tranquilidad. Es extraño, pero creo que me cae bien.
-¿Quién lee por placer?- miré yo ahora a todo el salón, sin ver ni una sola mano levantada, así que, yo tampoco lo hice. Jamás creí que sería la única- ¿A esto hemos llegado?- borró su sonrisa, negando con la cabeza- ¿La sociedad hace que uno se sienta avergonzado por leer? ¿Somos menos geniales si nos gusta leer un libro? ¿Somos nerds y geeks? Les puedo asegurar que hay más de cinco persons en este salón que ama leer y no se atreve a admitirlo- caminó por la parte de adelante del salón de un lado a otro mientras hablaba- A esto me refiero con el respeto también. Si cualquiera en esta clase, se burla de alguno de sus compañeros, allá está la puerta- señaló a la la salida- Y buena suerte intentando aprobar mi materia- amenazó- Así que, vuelvo a preguntar: ¿Quién lee por placer?- dejó de caminar, quedándose en el medio.
Observé el salón otra vez y vi, que segundos después, un chico de rulos castaños, sentando por el medio, levantó la mano, Evan creo que se llamaba, he compartido clases con él. También el chico a su lado, hizo lo mismo. Vi que dos más, imitaron su acción y terminé con hacerlo también, rindiéndome ante una vergüenza imaginaria.
La Señorita Evergreen, sonrió de nuevo.
-Ahora si- asintió- Me alegra que haya muchos- agregó y todos bajamos la mano lentamente- Para el final del curso, haré la misma pregunta. No porque espero que haya más manos levantadas, sino porque lo que yo busco, es que aprendan a escuchar, a entender, a relacionar- explicó- Que aprendan a leer de verdad- aclaró e hizo una pausa- Para la clase que viene, pensaré en alguna tarea para hacerlos investigar un poco y se diviertan también- siguió- No espero, que esta clase sea un castigo ni para ustedes, ni para mí.
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Cartas de amor a escritores 📖
Teen FictionEdgar Allan Poe, dijo una vez que no hay belleza sin un poco de extrañeza. Y Agatha Christie, estipuló que la cara, no es solamente una máscara de lo que verdaderamente es el corazón humano. Por esto mismo, no hace falta ver a alguien para poder ena...