Evan
Querido Poe,
Terminé "El Asesinato a Roger Ackyord", literalmente TRES DÍAS, nunca en mi vida había tardado tres días en leer nada. Pero... WOW.
Amo que rompa todas las reglas de una historia cuando escribe, ¿entiendes lo que digo? Es como si uno tuviera ya una historia hecha, antes de leer un libro o ver una película, por todas las cosas que están de antes. Por ejemplo: en un libro policial siempre es la madre, la esposa, el sirviente o el amigo. No hay otras opciones, ¿lo has notado?
Pero, a ella no le importan esos estereotipos. Todos son sospechosos hasta el último capítulo y... ¡BOOM! Plot twist. Que genialidad. La envidio tanto.
No sé si has leído "El Asesinato en el Orient Express", creo que yo lo conocí cuando tenía 13 años y me voló la cabeza. En la carta de la tarea, me dijiste que si lo habías leído ¿era en serio o solo muy Edgar Allan Poe de tu parte?
A propósito, ¿cómo vas con lo que te recomendé? No que estés obligado a leer nada, pero, quizás te interesó alguno.
Agatha.
PD: Sé que la última que mandó una carta fui yo, espero no parecer molesta, ni nada. Pero, quería comentarte lo maravillosa que... soy.
Había ido a la biblioteca de la escuela, nada más para devolver un libro de texto y... había escrito una carta corta, diciendo que estaba leyendo "Buscando a Alaska" y nada más. Y lo hice, porque... no quería dejar de hablarle a Agatha, quería que supiera que me importaban sus recomendaciones.
Pero, cuando ví que ella había dejado otra, sonreí, dejé mi carta de lado y me decidí a responderle cuando haya terminado con ambos libros.
Sobre "Buscando a Alaska", me estaba gustando, no encantando, no estaba súper metido en la historia, pero era entretenido. No estoy acostumbrado a leer ese tipo de libros juveniles, la verdad. Los siento exagerados y sin demasiado que decir.
El protagonista me parecía interesante, pero nada muy fuera de una película adolescente normal.
No es la primera vez que leo a John Green, "El Teorema Katherine" fue uno de los primeros libros juveniles que leí y me había fascinado en su momento, muy original.
-¿"Pigmalión"?- preguntó mi abuelo, muy confundido por mi pedido, sentado frente a mí en la mesa de la cocina.
-Si, "Pigmalión"- asentí- ¿Lo tienes?
-¿Estás leyendo teatro?- insistió.
-Me gusta el teatro- aclaré encogiéndome de hombros.
Mi abuelo se levantó de la mesa y se fue por el pasillo. Lo seguí hasta el living, donde abrió la vitrina e inspeccionó con los ojos unos segundos.
-Aquí- dijo y sacó un libro pequeño y de no más de cien páginas- "Pigmalión".
Lo agarré. Estaba un poco gastado y con tapa blanda, pero dentro de todo, en bastante buen estado.
-Gracias- sonreí.
-¿Quién es?
-¿Quién es quién?- cuestioné perdido.
-La chica- siguió.
Se me hizo un nudo en el estómago y sentí la respiración más densa.
-¿Qué?- solté una risa.
-No me pedirías este libro. No es lo que lees- aseguró- Jamás leíste una obra de teatro y, precisamente esta...- señaló el libro- Las chicas, les encanta- dijo- Así que, te vuelvo a preguntar: ¿quién es la chica?
Mi abuelo, era tan observador que me daba miedo. Le encantaba, miraba las cosas con atención y se daba cuenta de cosas que nadie más veía. Y si sabía que leías, probablemente, descubriría cosas de tu personalidad, que ni siquiera tu sabías que estaban ahí.
Eso lo hacía buen escritor. Porque si, él era escritor, escritor fantasma, más bien dicho. Lo que significa, que ha escrito historias y nadie lo sabe. Él dijo que nunca quiso el crédito, que no quería que la gente supiera su nombre, que quería una vida tranquila, sin entrevistas, ni presiones.
Suspiré.
-No hay chica- negué- No exactamente.
-¿Cómo es esto, chico?- preguntó- ¿Hay otra forma nueva de tener pareja?
-No, es que...- ¿Cómo iba a explicar esta ridiculez?- Me recomiendo libros con alguien, nada más. Es una chica, pero es eso solo.
Mi abuelo me miró unos segundos inspeccionándome. No era mentira, no le dije nada que no fuera cierto.
-Perfecto- contestó finalmente- Disfruta el libro, Evan.
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Cartas de amor a escritores 📖
Novela JuvenilEdgar Allan Poe, dijo una vez que no hay belleza sin un poco de extrañeza. Y Agatha Christie, estipuló que la cara, no es solamente una máscara de lo que verdaderamente es el corazón humano. Por esto mismo, no hace falta ver a alguien para poder ena...