Capítulo 36

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Evan

Me reencontré con Billy apoyado en una pared, con una gran sonrisa y los labios brillosos.

-¿Todo bien, amigo?- le pregunté también sonriendo.

-Genial, estoy genial. La vida es hermosa, querido Evan Phillips- estaba hipnotizado casi y solté una risa, al ver que había logrado lo que quería.

-Hey, esto está siendo divertido en serio- Fred apareció a mi lado- Lamento dejarlos tanto tiempo- siguió y vio a Billy- ¿Está drogado? Si es así, no voy a llevarlo de vuelta.

-Besó a una chica- aclaré.

-¡Hey! ¡Muy bien!- le dió una palmada en el hombro sonriendo y mi otro amigo, solo siguió sonriendo- ¿Y tú?- Fred se acercó más a mí y me guiñó un ojo.

-¿Yo qué?

-¿Ninguna chica?- negué con la cabeza- ¿Y Ariel? Te he visto hablando mucho con Ariel últimamente- insistió.

Revoleé los ojos.

-Nada pasa entre Ariel y yo- dije por enésima vez.

-¿Seguro? Porque...

Se escucharon unos gritos agudos no tan altos en la cocina, cosa que desconcentró a todos, incluso a Billy.

Nos miramos confundidos y fuimos a ver que estaba pasando. Al acercarnos, ví a Penny encima de Ariel, en el piso, forcejeándose.

-¡Pelea de chicas!- gritó Billy emocionadísimo y se puso detrás de mí, agarrándome los brazos.

-¿Qué estás haciendo?- le pregunté sin entender que quería.

-Tu eres lo suficientemente estúpido para detener algo como esto- me respondió.

No aclaró demasiado las cosas. No iba a separarlas, no porque no quisiera, pero no voy a meterme en lo que sea que esté pasando. Ni siquiera sé porque a Billy le gusta tanto.

-¡Penny!- Gabe apareció entre nosotros y agarró a su novia de la cintura para separarlas.

Tiró más fuerte de ella y finalmente logró sacarla de encima de Ariel, la abrazó para que dejara de pelear y empezó a llevársela.

-¡¿Por qué mierda me dices Cheryl?!- escuché a Penny desde lejos.

-¡Ay, por Dios!- exclamó la rubia desde el piso- Métanla en un psiquiátrico- siguió.

Todos empezaron a disiparse otra vez y Billy dejó de sostenerme.

Me acerqué a ella y le extendí la mano, suspiró y la tomó. La ayudé a levantarse y soltó un gruñido.

-Gracias- me dijo- Por favor, esa chica necesita una larga charla con Hannibal Lecter- siguió enojada.

Ladeé la cabeza, entendiendo la referencia.

-No sé si significa que quieres ayudarla o...

-No importa, ya está. Me voy- suspiró otra vez- Adiós, Evan- me tocó el hombro y se fue de la cocina.

-Bebé, tienes que calmarte- escuché a Gabe cerca de la puerta del patio. Miré y estaba hablando con Penny.

-¡No, Gabe!- hizo una mueca de dolor, agarrándose la nariz- Solo... Déjame- salió afuera con rapidez y el chico soltó un suspiro, alejándose y pasándome por al lado.

Pensé un segundo, mirando hacia afuera. Fui hasta el congelador en la cocina, lo abrí y encontré lo que esperaba: una bolsa de gel.

La agarré y salí al patio. Miré el lugar y la vi recostada en la misma reposera que Ariel, pero claramente, no iba a señalarlo. Me acerqué a ella, estaba con los ojos cerrados y con las manos sobre la nariz.

-Póntela un rato- solté extendiéndole la bolsa y Penny abrió los ojos. Miró lo que le daba y lo agarró, haciéndome caso.

-Gracias- se le salían lágrimas por los ojos, pero no creo que haya sido porque estaba llorando, era el dolor de la nariz seguramente- Dime la verdad, ¿qué tan estúpida fui?

-No sé que fue lo que pasó- me encogí de hombros.

-La empujé, nada más. No la golpeé- aclaró, incorporándose un poco y sentándose de lado- Pero, empezó a decir que no tengo lo que se necesita para ser Elphaba- siguió- Y tengo miedo de que tenga razón y... ¿Por qué te estoy diciendo esto?- se preguntó más así misma. Se notaba que no estaba en sus cinco sentidos.

Me senté a su lado, pensando.

-No creo que la Señorita Evergreen te haya elegido, si pensara que no puedes hacerlo- dije simplemente.

Soltó una risa.

-Gracias, por cierto- se sacó la bolsa de la nariz.

-¿Por qué?- pregunté confundido.

-Canté "Lay All Your Love on Me" porque me terminaste de convencer y... no sé, quizás, eso fue lo que me ayudó a conseguir a Elphaba- explicó.

-Ah...- me reí yo, bastante sorprendido. No creía haberla estado ayudando demasiado- De nada, supongo.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora