Capítulo 100

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Evan

-¡Hey!- saqué la vista del libro que miraba, al escuchar el sonido de una cámara.

Miré a Penny, riéndose, tenía una cámara cinemática en la mano, apuntándome a mi.

-¿Qué?- se encogió de hombros- No tienes idea lo lindo ir te ves con la cabeza en los libros- siguió y el estómago me dio un vuelco por esas simples palabras, que para mí, significaban muchísimo.

Vinimos a "Libros acaramelados", casi como una cita espontánea. Me encantaba estar aquí, y más, si era con ella. Además, traían libros nuevos cada semana, no solo actuales, sino clásicos, hasta aceptaban donaciones.

-Odio que no me la puedas mostrar hasta que rebeles el rollo- dije.

-Es más interesante. Solo hay una toma- me contestó, mientras guardaba la cámara en su mochila- Saliste hermoso, no te preocupes- aseguró sonriendo y le devolví el gesto- ¡Ah, no te dije!- exclamó, mirando los discos de vinilo que también tenían- Empecé a mirar "La casa Usher" en Netflix.

Solté una risa.

-¿Y, qué tal?- pregunté.

-Horrible, miré veinte minutos y estoy altamente traumatizada- respondió y me reí más, acercándome a ella- Así que... no seguiré mirando. La abracé por atrás, dándole un beso en el hombros. La sentí suspirar, casi relajándose en mí- Podríamos verla juntos, y quizás, no me asuste tanto- sugirió.

-Aww...- le di otro beso en el cuello esta vez- Ni aunque venga un cuervo a tocarme la puerta, Penny- le dije en el oído.

Se dio vuelta, riéndose con ganas y se acercó más a mí.

-Ay, vamos- insistió- ¿En serio?

-La cosa mas aterradora que vi en mi vida, fue "Abracadabra" y quiero que así siga- contesté muy sincero.

-Bueno- soltó una risa y volvió a girarse hacía los discos. Estiró las manos para agarrar las mías, y traerme hacia ella otra vez- Podemos mirar cosas de Agatha Christie entonces, no es tan macabro, ¿verdad?- la abracé otra vez, no solo porque ella quería, sino, porque yo también.

Me encantaba esta posición, tenerla tan cerca, sentir ese calor de su cuerpo contra el mío. Mí corazón latía contra su espalda y me llenaba de felicidad.

-Perfecto- asentí y moví las manos un poco, casi acariciándole el estómago. Lo hice sin pensar, ni siquiera me di cuenta, hasta que Penny, soltó una respiración con un sonido bajito, pero que escuché y me encantó.

Era ese mismo sonido, que cuando le besaba el cuello, cuando accidentalmente tocaba parte de su piel, cuando le apretaba el hombro con la mano con cariño. Y peor, a veces, suspiraba mi nombre, eso me volvía loco.

A veces, me daba miedo que la pusiera incomoda con ciertas cosas. La verdad, es que no hablamos de... cosas físicas todavía. Quizás, yo disfrutaba esos ruidos y ella no.

La solté un poco, sin alejarme demasiado y hablé.

-¿Quieres un café o algo?- pregunté.

-Si, pero...- se dió vuelta y me dió un pequeño beso en los labios, acariciándome la nuca. Me sorprendí y la miré a los ojos cuando se terminó- Deja de separarte cuando haces esas cosas tan lindas, ¿ok?- susurró, aún cerca.

Me mordí el labio inferior, casi aliviado al tener esa confirmación.

-De acuerdo, lo prometo, no lo haré más- respondí y sonrió.

Pedimos, como siempre, un caramel macchiato para Penny y yo un cappuccino, para después, sentarnos en los sillones.

-¿Ya tienes ropa para el baile?- me preguntó.

Miré a Edgar lavándose en la entrada y sonreí, volviendo a ella.

-Tengo una idea...- contesté- No te la voy a decir, Christie, lo siento- aclaré, porque veía su cara de curiosidad y soltó una risa- Igual no tengo nada, voy a ir con Fred y Billy mañana a ver ese tema- agregué- ¿Tu?

-Ya lo tengo muy decidido. Tenía muchas opciones, pero encantó una y, también voy a comprar las cosas con Faith mañana- explicó- Ariel dijo que se arreglaría sola, que necesitaba investigar más... No sé, no viene con nosotras.

Sonreí, con tan solo imaginarme posibilidades de Penny en Agatha, en más Agatha.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora