Cartas de amor a escritores 📖

Capítulo 95

Evan

Todos hicieron una reverencia en una fila sobre el escenario, mientras la sala explotaba de aplausos.

Por Dios, me encantó. Realmente, la historia de "El Mago de Oz" tiene otro significado para mí, y ver a mí mejor amigo y a Penny interpretándolo todo tan bien, me llenaba el alma.

Después de unos minutos, salieron todos del escenario, las luces se prendieron y la sala se empezó a vaciar.

Salimos del teatro y, a la primera que vi, fue a mí tía, fui directo a abrazarla y felicitarla.

-Nunca dejes de hacer teatro, por favor- le dije, aún sin separarme y me apretó un segundo, antes de mirarme.

-Gracias, Evan. No planeo hacerlo- me guiñó un ojo con una felicidad que le desbordaba.

Creo que de todas las obras a las que he venido, jamás la había visto con una sonrisa así de grande.

Vi a la Señorita Evergreen cerca también, así que, fui hasta ella y le sonreí.

-Fue increíble, en verdad- hablé muy sincero- Se nota que ayudó muchísimo a mi tía y... a todos- agregué y me devolvió el gesto con dulzura.

-Muchas gracias, Señor Phillips.

-Usted es la otra directora, ¿verdad?- mi abuelo apareció a mi lado.

-Escritora, más que directora, pero si- le contestó ella.

-Impresionante. Una adaptación excepcional- exclamó- Mis más sinceras felicitaciones, no tiene nada que envidiarle a Broadway, Señorita...

-Evergreen, Sam Evergreen- mi profesora le extendió la mano.

-Terrence Phillips, el abuelo de Evan- él se la estrechó unos segundos, mientras me señalaba.

-Le agradezco mucho y... un gran lector y estudiante tiene como nieto- contestó ella.

-Lo saca de mí- bromeó él y consiguió que ella se riera. Realmente, los veía y sentía que había una conexión ahí, los notaba tan parecidos, en verdad. Su forma de ser, de hablar- Oh... ¿Usted es la profesora de literatura?- siguió.

-Así es.

Me miró a mí, levantando las cejas.

-¿Es la de la tarea?- me preguntó, como si la Señorita Evergreen, no pudiera escuchar, como si esa fuera una pregunta normal.

-Eh...- empecé nervioso y escuché varios saludos más fuertes, para darme cuenta que los chicos habían salido- Voy a saludar a Billy y Penny- me fui casi corriendo de ahí, suspirando.

Fred saludaba a Billy, que lo veía saltando de la alegría, así que, fui con Ariel, que estaba al lado, y la abracé.

-No puedo creer que te hayas quejado de Glinda, eres perfecta- le dije separándome y se rió, la notaba tan feliz.

-Lo sé, lo sé- respondió- Me encantó, te lo juro. La aprendí a querer. Salió todo bien y... me divertí muchísimo- aclaró.

-Se notó- contesté y fui rápidamente a mi amigo, antes de que alguien más lo saludara. Lo abracé fuerte- ¡Eres un maldito artista, Glover!

-Casi lloramos en "Dancing Through Life"- aclaró Fred a mi lado y asentí, dándole la razón.

-¡Ay por Dios! ¡Me siento genial! Estoy orgulloso, no lo puedo creer- jamás lo había visto tan emocionado y me puso muy feliz verlo así.

-¡Hey, la universidad!- soltó Fred, recordando.

-¡Cierto! Era hoy- seguí- Abre el mail, ¡ya!

Billy suspiró, cansado.

-Estoy muy feliz ahora, como para deprimirme.

-O para ponerte más feliz, no seas bobo- lo alenté.

Respiró hondo otra vez y sacó el celular de su bolsillo. Aún tenía casi la mitad del vestuario del espantapájaros, pero sin el maquillaje, ni el sombrero.

-¡No puedo! Házlo tu- me dió el teléfono con rapidez. Cliqueé el email que decía "AMDA Admisiones"- ¿Es bueno o es malo?- preguntó nervioso- No, ¿sabes qué? No me digas. Puedo simplemente presentarme el primer día e ir a las clases, sin saber que no me aceptaron- siguió muy alterado.

-Estimado Señor Glover...- empecé y Billy se agarró de Fred con ansiedad- Estamos complacidos en informarle...- leí con una sonrisa.

-¡SI!- gritó mi amigo, con una euforia que le desbordaba y nos abrazó a los dos varios segundos. Le devolví el teléfono y miró la carta de admisión- ¡Y con una beca del 80%! ¡Esto es increíble!

-Felicidades, amigo- le habló Fred sonriendo.

Miré para el resto de las personas, buscando a Penny y me alejé un poco de mis amigos. Terminé chocándome con alguien, había bastante gente en un pasillo, era lógico.

Me di vuelta para pedir perdón y la otra persona hizo lo mismo, viéndolo cara a cara.

-Bien...- carraspeé- Bien hecho, Gabe- logré completar con nerviosismo, sin realmente mirarlo. No solo me incomodaba, me intimidaba a un poco también.

Asintió suspirando, sin realmente un sentimiento encima.

-Gracias- dijo simplemente y me palmeó el hombro dos veces, antes de seguir caminando y alejarse de mí.

Levanté la cabeza y sonreí, viéndola a unos metros, terminando de saludar a sus padres, ya sin el maquillaje verde, pero aún con el vestuario negro.

Cruzó la mirada conmigo y me devolvió el gesto, para que empezara a correr hasta a mí. Cuando llegó, me abrazó fuertísimo y se lo devolví igual, apretándola a mi cuerpo lo más posible.

-Eres tan hermosa y genial y...- se separó, solo para mirarme sin romper el abrazo- Y cantas precioso, y bailas increíble, y actúas como si tuvieras un doctorado- enumeré sin parar, porque necesitaba decirle todo esto. Estaba tan fascinado- Eres una obra arte, Penny- dije simplemente.

Sonrió de un manera tan tierna y se le humedecieron los ojos.

-Aww, Evan...- soltó y me besó, empezando como un beso de pocos segundos supuse. Pero noté que no quería separarse por ahora, así que, moví un poco los labios- Tu eres mi libro favorito.