Capítulo 46

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Evan

Querido Poe,

¿Por qué lo hice? ¿Por qué te lo mereces? ¿Me estás hablando en serio? Solo pensé que te encantaría, siempre quise recomendarte libros igual de increíbles a los que me recomiendas tu, y me pareció ingenioso, simplemente dejártelos para que los leas.

Solo... me gusta que te sientas bien. Me alegro haberlo logrado. Quería que sepas que pienso en ti, que hay cosas que me recuerdan a ti.

¡Me alegro que te esté gustando "Big Magic"! Y si, claramente te estoy manipulando, muy inteligente de tu parte comprenderlo. Lo que me lleva a responder una pregunta que me hiciste hace como dos cartas atrás. Es que, me emocioné con la librería y no te contesté.

"¿Que tienes de especial tu, que me gustaría tanto tu escritura?" Porque, te devuelvo el cumplido: eres extraordinario, Poe. Solo se que me gustará, porque ya me gusta como escribes y lo que escribes. Nada más, te pido que seas creativo.

No lo olvides, te mereces esa caja de libros y más. Mucho más.

Siempre tuya.

Agatha

📖📖📖

-Hola.

-¿Qué hay?.

Mis amigos entraron a mi habitación y cerré la puerta desesperado. Necesitaba hablar, por el mor de Dios, necesitaba otra opinión. No, no es cierto, necesitaba UNA RESPUESTA.

Se sorprendieron por mi actitud.

-¿Qué pasa?- preguntó Fred muy confundido.

Me apoyé de espaldas en la puerta y suspiré.

-Tengo que decirles algo... Preguntarles algo... Y quiero que sean honestos, ¿está bien?- empecé y caminé hasta mi mesa de noche- Y más importante, que la conversación que vamos a tener en este momento, no salga de estas cuatro paredes, ¿entendido?- estaba nervioso, tan tan nervioso.

-De acuerdo...- habló Billy dudoso, sentándose en mi cama, después de intercambiar una mirada con Fred.

Respiré hondo, sin poder creer lo que iba a salir de mi boca.

-Ok, ¿recuerdan a Agatha?- empecé.

-Tu novia literaria, si- asintió Billy.

-¡No es...!- me detuve- No importa... El punto es que... encontró una librería y me habló de ella en una carta para que vaya y... me dejó una caja con libros- solté parte de la historia.

Por Dios, me sentía tan incómodo. No suelo hablar de estas cosas, principalmente, porque no me pasan a mí.

Ambos me miraron sorprendidos.

-Es genial- me dijo Fred sincero- Evan, en serio le gustas... Es literalmente...

-No es eso- interrumpí- Este es uno de los libros- lo agarré de mi mesa de noche, casi temblando de la vergüenza y se lo extendí a mi amigo.

-"El amante de Lady Chatterley"- leyó Fred el título- Ok... ¿Y?

El corazón me latía como nunca antes.

-Es... Es un poco... gráfico- solté finalmente.

El ambiente cambió completamente, porque creo que entendieron. Billy, empezó a sonreír y le hizo una seña con la mano a mi otro amigo, para que le dé el libro.

Se lo entregó y lo dió vuelta, para leer la contratapa.

-Prohibida en 1928- leyó y me miró aún sonriendo- Me pregunto porque- cerré los ojos, queriendo enconderme para siempre- Evan...

-No.

-Evan...- abrí los ojos- Te dió un libro erótico- lo dijo- Agatha te dió un libro erótico- y no paraba de repetirlo saltando sentado en el colchón.

-Espera...- habló ahora Fred, agarrando el libro de nuevo- Cualquier cosa era prohibida en esa época, no nos precipitemos- siguió- ¿Lo leíste?- me preguntó.

-Eh...- era peor admitirlo, pero ya está- Si... Voy por más de la mitad...

-¿Y qué tal?- Billy no paraba de sonreír.

No, no, no. Es mucho. Que lo hubiera leído sin que nadie lo supiera, era mejor que esto.

-Es... Tiene varias... escenas, si- admití.

Billy soltó una carcajada.

-¿Me lo prestas después?

-Ya, basta- mi otro amigo le dió un leve golpe con el libro- Si puedo hablar con una mente menos perversa que la de otros... Quizás, solo le guste la historia y ya- opinó y si lo había pensando.

-O... Se lo dió para decirle que quiere tener sexo con él- soltó el pelinegro con simpleza.

Saqué muchísimo aire, casi un gruñido de pura vergüenza. No podía ser.

-¿De qué hablan en las cartas?- preguntó Fred.

-Libros, películas, tal vez... Si, se volvió un poco personal la charla, pero... Nada de esto- contesté con vértigo en el estómago.

-¿Te dijo algo sobre los libros de la caja? ¿Sobre por qué te los dió?

Asentí y me sabía ya esa carta de memoria, porque ni bien me di cuenta a que llevaba este libro en particular, la releí miles de veces para encontrar una respuesta.

-De este... Me dijo que...- respiré- Que simplemente era para que me emocione- confesé.

-Uh...- soltó Fred.

-¿Qué?- pregunté preocupado.

-Emocionarse y excitarse, es la misma palabra- aclaró Billy y mi otro amigo asintió.

-¿Qué? ¿Es en serio?- estaba apanicado- Ay, no puede ser.

-Ok, Evan...- Billy se levantó de la cama y se acercó a mí- La broma de lado... estáa chica, te dió tu clase de porno o... lo que sea. Eso no importa- empezó- Lo que importa es que, hay una chica en la clase de literatura que le gustas y muchísimo- explicó.

-¿Por qué siguen diciendo eso?

-Porque nadie habla por carta, si no te importa, amigo- contestó Fred- Estás hace meses hablando con esta chica y... de libros y... la mantuviste tan secreta- siguió- Creo, que no estás asustado de que te haya dado un libro erótico, creo que te estás dando cuenta, que en realidad, te encanta ella y tú le encantas también.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora