Penny
-Freddie está algo incómodo todavía.
-Billy quiere tocarme, pero aún está inseguro.
-Evan es muy tímido.
Una noche, no alcanzaba para cumplir todos los temas que una chica puede hablar. Es impresionante, cuando tienes amigas que son muy diferentes a ti, pero que a la vez, tienen tanto en común, como la conversación no para de fluir.
Estábamos Faith, Ariel y yo en "Libros acaramelados", esperando a los chicos, de hecho. Era ya, después del mediodía y nos habíamos levantado no hace mucho tiempo. Vinimos a tomar un café, y Ariel, obviamente, vino a observar cada rincón de la librería, no podía creer como aún no había pasado.
Desde anécdotas de infancia, citas incómodas, primeros besos, música, series, crushes famosos, películas románticas y... llegamos a nuestros chicos actuales, y a un tema, que no habíamos tocado todavía.
-Espera, pero...- empezó Ariel, mirándome levantando una cejas- ¿Tu y... Gabe...?- siguió, y no hizo falta que dijera más nada.
-Nop- contesté mirando mi caramel macchiato, un poco incómoda- Nunca- volví a ella- No porque él no quisiera... Yo no quería- aclaré.
-¿Y ahora quieres tu y no Evan?- insistió.
Abrí la boca para responder, pero volví a cerrarla, al darme cuenta, que en realidad no sabía que decir. Porque era complicado.
-Se fueron como media hora en el baile- habló Faith divertida- Yo diría que quieren los dos...
Suspiré, porque quizás, tenía razón. Pero había algo más, el corazón que me latía en el pecho sin parar cuando lo miraba, una sensación tan nueva, pero al vez, tan familiar y cómoda. Sentía todo.
-Si estamos siendo más físicos, pero tengo que hablar con él. En serio, quiero que no tenga tanto miedo a tocarme- concluí- Estábamos hablando de Fred- miré a mi amiga.
-Solo está incómodo, pero no conmigo, consigo mismo- contestó simplemente- No me importa esperar, no me importa si no está listo. No quiero eso con él- aclaró- No solo eso, mejor dicho. Me encanta, todo él. Sé que pronto, podrá asimilarlo- sonrió muy segura y, como siempre, la envidié un poco.
Todo era simple con Faith y deseaba con todas mis fuerzas, ver la vida como ella lo hacía.
-¿En serio Billy está tan inseguro?- le pregunté a Ariel, muy sorprendida.
Aún sin conocerlo demasiado, antes de hacer la obra, sabía que intentaba buscar alguna cita. En la fiesta de Gabe, hace unos meses, lo ví besandose con una chica y vivía tirando comentarios de doble sentido.
-Si- contestó nada más y suspiró- Es... tierno, no quiere arruinarlo, porque si, sé como es y no me lo esperaba tan... sencible, creo. Me gusta aún más- sonrió- Además, si le doy el pie para que si haga algo, lo hace- nos guiñó un ojo y desvió la mirada- Oh, miren un escritor- habló casi bromeando.
Me di vuelta, viendo a Evan acercándose a nosotras, riéndose, al seguro, escuchar el chiste.
-Hola- saludó.
-Ah... Hola, Evan- siguió Ariel- Yo le hablaba al gato- señaló a Edgar divertida en el piso, cerca de nosotros y soltamos una risa.
-Fred y Billy están en el auto- les dijo a mis amigas.
Ambas sonrieron y dejaron las tazas de café, ya vacías, en la mesa ratona, para despedirse de los dos, saliendo de la librería.
Evan se sentó junto a mi, mirándome y me dió un pequeño beso en los labios, separándose segundos después.
No podía dejar de repetir lo que había pasado en esa biblioteca y me preguntaba si él también lo hacía. Cada vez que aparecía alguna imagen, mi cuerpo se transformaba en segundos en un placer impresionante.
-¿Podemos hablar de algo, Evan?
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Cartas de amor a escritores 📖
Teen FictionEdgar Allan Poe, dijo una vez que no hay belleza sin un poco de extrañeza. Y Agatha Christie, estipuló que la cara, no es solamente una máscara de lo que verdaderamente es el corazón humano. Por esto mismo, no hace falta ver a alguien para poder ena...