Penny
Ese momento en clase de literatura, fue uno de los mejores y peores de mi vida al mismo tiempo.
Había terminado ese libro, porque me había parecido hermoso y pensé en Evan mientras lo leía, porque estaba segurísima de que a él le había agarrado la misma tentación que a mí.
Y ahí estábamos, habíamos hablado, Poe y Agatha habían hablado enfrente de toda la clase, y cuando ese momento terminó, me sentí diminuta, porque estaba asustada.
Vivo asustada.
Y más me asusté, cuando Gabe me agarró del brazo, para evitar que entre al teatro a la hora del ensayo.
-Mira Penny... Te voy a decir la verdad- habló y el corazón me empezó a latir a mil por hora- Odio que estemos en esta situación. Es horrible y me duele, en serio- confesó y me sentí diez mil veces peor.
-Si lo sé... Lo siento- contesté.
-No es tu culpa- negó con la cabeza. Pero, si era mi culpa, él no lo sabía, pero era así.
Verlo así, me destruía. Estaba perdido, desolado, ansioso, triste. Tenía que sacarlo de esta agonía, dejar de echarle la culpa por no ser Poe, como he estado haciendo. Él es Gabe, es así y no quiero que cambie, no quiero.
Es atractivo, con confianza, simple, gracioso, risueño, enérgico. Me gustaba así, no lo iba a hacer cambiar por mí.
-Gabe... tengo que romper contigo- solté, casi con un suspiro detrás y un shock en el cuerpo.
Lo dije. No lo pensé, pero lo dije y no estaba arrepentida de haberlo hecho, para nada.
Me miró con los ojos muy abiertos y negó mucho con la cabeza.
-Penny... No, no, no. No te precipites, ¿ok? Yo...
-No me estoy precipitando- interrumpí segura- Lo he estado pensado y lo lamento.
-¿Qué? ¿Lo has...? ¿Qué?- estaba tan sorprendido como yo de estar teniendo esta conversación. Pero, lo tenía que hacer- ¿Qué hice?- preguntó desesperado.
Suspiré.
-Nada, Gabe, no hiciste nada- respondí- Te mereces a alguien que le encantes muchísimo, que no le de vergüenza besarte en cualquier lado como te gusta a ti, que no se sienta incomoda si quieres tener sexo, que se acople a tu vida- enumeré, como si tuviera una lista de intems a mano para decírsela- No soy ninguna de esas cosas.
Me veía sin entender nada, en serio lo tomé por sorpresa. Pero a la vez, no entiendo como no se lo vio venir.
-Pero...- murmuró- Yo... te amo, Penny- dijo casi inaudible, pero lo escuché muy bien.
-No, claro que no- aseguré- No te interesa nada de lo que me interesa a mí. Gabe... te parezco atractiva y está bien- seguí- Y siempre me atrajiste también, pero no, no me amas. No tienes idea de lo que estás diciendo.
-¿Ahora me vas a decir a mí lo que siento?- preguntó algo enojado- ¿En serio estás terminando conmigo por una pelea?
-No es una pelea- contesté- Entendí que quiero más que besar a alguien, que necesito compartir intereses, que necesito hablar, necesito que me conozcan, que me escuchen- expliqué- Lamento en serio que las cosas se hayan dado de esta forma, Gabe. Pero... es lo que estoy sintiendo y no puedo seguir estando contigo si no quiero darte mi atención. No es justo- agregué.
Inhaló aire y miró al piso, asintiendo varias veces.
-Está bien- volvió a mí, serio- Está bien- repitió y caminó hasta el teatro para entrar.
Me quedé ahí afuera unos segundos más y respiré, teniendo ganas de llorar. Porque lo había hecho.
Hice una de las cosas que más me asustaba y por ello, estaba muy orgullosa.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de amor a escritores 📖
Teen FictionEdgar Allan Poe, dijo una vez que no hay belleza sin un poco de extrañeza. Y Agatha Christie, estipuló que la cara, no es solamente una máscara de lo que verdaderamente es el corazón humano. Por esto mismo, no hace falta ver a alguien para poder ena...